
La volatilidad del mercado desatada por las preocupaciones arancelarias y geoestratégicas más recientes, ha inducido a los accionistas a preguntarse en las últimas semanas -con más ahínco, si cabe- cómo pueden preparar sus carteras de cara al próximo caos del mercado. De hecho, el interés por la estrategia de inversión defensiva que en su momento diseñó Harry Brown para adaptarse a cualquier escenario económico y dotar de una mayor seguridad a su inversión en escenarios inciertos, es creciente. Y más tras el ataque proteccionista de Trump esta semana. Se trata de la denominada cartera permanente.
Es una estrategia que consiste en asignar el mismo peso (un 25%) a cada uno de los cuatro activos que mejor se comportan en cada uno de los escenarios macroeconómicos mas habituales: uno inflacionario, otro deflacionario, otro recesivo y otro de crecimiento. Atendiendo a estas posibilidades, la teoría de la cartera permanente aboga por dividir el portolio del inversor en renta variable, renta fija, oro y efectivo. Es decir, esta teoría hunde sus raíces en uno de los principios más elementales de la inversión, la diversificación.
Su objetivo no es maximizar los rendimientos, sino proteger el capital en recesiones, es decir, está destinada a inversores conservadores. Un escenario que ha cobrado más fuerza en las últimas sesiones, donde el pánico se ha adueñado (por momentos) de alguno de los índices más importantes del planeta. De hecho, selectivos como el Nikkei han registrado su semana más bajista desde el Covid-19.
"Es un buen recordatorio de que no hay que alejarse demasiado de una cartera diversificada con exposiciones tanto estadounidenses como internacionales. La diversificación también puede ayudar a reducir la volatilidad en un entorno de incertidumbre política", explica Nanette Abuhoff Jacobson, estratega global de inversiones y multiactivos, Wellington Management.
Entre los activos de la cartera permanente, destaca la asignación al oro, uno de los activos estrella en el contexto actual. "Seguimos viendo valor en los activos alternativos, en particular en metales preciosos como el oro y la plata, que siguen siendo coberturas eficaces en un entorno de mayor volatilidad e incertidumbre comercial", destacaba esta semana Nicolas Forest CIO de Candriam al detallar su asignación táctica por tipo de activo tras la debacle arancelaria. "Si bien tradicionalmente la inflación y los rendimientos reales han sido los principales impulsores de los precios del oro, recientemente la compra del banco central ha surgido como el principal catalizador detrás del aumento actual del precio del oro", añaden los analistas de Bank of America Merrill Lynch.

Como ellos, han sido numerosas las firmas de inversión que ante la incertidumbre del mercado de renta variable en las últimas horas han destacado el atractivo del metal precioso. Sin embargo, este activo se ha comido todo el recorrido que los expertos le otorgaban hasta ahora. No es para menos dada su impresionante racha en 2024 y el hito significativo de marzo de este año, el alcance de un precio récord de más de 3.000 dólares por onza.
Eso sí, los expertos no esperan que ni en el corto ni en el medio plazo, la onza de oro se mantenga por encima de los 3.000 dólares. El consenso de mercado recogido desde Bloomberg, así lo remite. Y es que, solo los expertos de tres firmas (Goldman, Incrementun y Julius Baer) esperan que el oro cotice sobre los 3.000 dólares por onza al finalizar el primer trimestre de 2026, dentro de 12 meses.
"Los factores estructurales a favor del oro deberían mantenerse, pero vemos el riesgo de una caída temporal en caso de que continúe la caída de la renta variable", explica Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Y en la misma línea, dese Bank of America identifican como riesgos en el corto plazo para el oro el ajuste que el mercado haga a las políticas económicas de Trump, "que pueden generar una mayor inflación y un dólar más fuerte. También existe el riesgo de que el banco central de los mercados emergentes reduzca las compras de oro si las monedas nacionales caen debido a los aranceles", advierten.
Desde DWS, por su parte apuestan por alternativas a los lingotes de esta materia prima: "Si bien en los últimos meses hemos introducido ideas de diversificación centradas en el oro, la renta fija y los activos reales líquidos (LRA por sus siglas en inglés: Liquid Real Assets, ), este mes profundizaremos en las oportunidades de diversificación dentro de la renta variable y en por qué seguimos viendo valor y potencial en la anteriormente olvidada Europa, especialmente en el segmento de pequeña y mediana capitalización".
Hace 18 meses, 'otro gallo cantaría'
El mejor reflejo del sobrecalentamiento del oro es que el metal ha renovado sus máximos anuales en 92 ocasiones en el último lustro y 25 en lo que va de año. Es decir, es una estrategia que ya ha corrido más de un 70% en los últimos dos años y medio y por eso ahora no se le ve recorrido de cara a los siguientes doce meses.
Algo que sí ven los expertos al resto de componentes de la cartera permanente. Activos como el Bloomberg GlobalAgg Index (deuda mundial con grado de inversión a partir de una multitud de monedas locales) anticipan un rendimiento del 3,5% de cara al próximo año. Y las previsiones de los expertos para el Stoxx 600 y el S&P 500 apuntan a ganancias cercanas a 5,7% según la inversa del PER.
Relacionados
- Precio del oro hoy en euros: datos de cotización en tiempo real por gramos en España
- Reactivan una de las minas de oro más grandes del mundo con fecha de caducidad hasta 2040
- Crisis de pareja entre el oro y la plata: la ratio entre ambos empieza a ocultar información a los inversores
- Hay que seguir el rastro del oro: las compras masivas del metal precioso están detrás del repentino 'agujero' en la economía de EEUU