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Historia de la nómina: del cobro en cerveza hace 5.000 años al sistema para recaudar impuestos

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La última polémica entre la patronal y los sindicatos, e incluso con el Gobierno, tiene que ver con el pago de las nóminas. Y no con la cuantía, sino con el formato y sobre a quién le incumbe hacer el ejercicio de pagar los impuestos correspondientes, si debe ser la empresa o si debe ser el propio trabajador el que, tras cobrar todo el sueldo íntegro, incluyendo las cotizaciones sociales, debe hacer el pago correspondiente a Hacienda.

Este es el penúltimo capítulo de un concepto, el de la nómina, que tiene más de 5.000 años de historia. De hecho, la primera referencia que existe de un documento que se pueda asemejar a una nómina data del año 3.300 a. C, en Mesopotamia. Situada temporalmente muchos siglos antes de la aparición del dinero, se cobraba en especie. Y en este caso, en cerveza.

En la actual Irak, se encontró una tablilla, escrita en lenguaje cuneiforme, en el que se detalla la cantidad de cerveza que debe cobrar un trabajador en concreto por sus servicios. Está representado con una cabeza comiendo de un tazón, que equivaldría al concepto de ración, y un recipiente cónico, que se interpreta como cerveza. Y alrededor aparecen diversos rasguños que indican la cantidad de cerveza que debía recibir.

También aparecen referencias posteriores en Egipto o Grecia sobre las formas de pago a los trabajadores, algunas muy precisas, y siempre en especie, ya fuera con trigo, cebada, pan, tejidos... en muchos casos, recibidos mensualmente.

El Imperio Romano

Es ya en tiempos del Imperio Romano, en el siglo I a. C., cuando el sistema adquiere un punto más de profesionalización. El mantenimiento de su estructura, sus funcionarios, su extensísimo ejército... requería un sistema de pagos más estricto. Es entonces cuando aparece el concepto de salario, o salarium en latín, sustantivo neutro de salarius, que significaba "de o perteneciente a la sal".

Hay muchos mitos y pocas certezas detrás del origen de esta expresión. Se especula con que se pagaba en sal a los trabajadores que se encargaban del mantenimiento de la vía salaria, utilizada para transporta la sal hasta el río Tíber. Hay que tener en cuenta que en aquella época, la sal jugaba un papel fundamental en la sociedad, pues es lo que permitía conservar carnes y pescados. También está la leyenda de que los soldados cobraban en sal, que después se utilizaba en intercambios comerciales.

A pesar de que son teorías bastante extendidas y dadas por válidas, en realidad hay pocas pruebas concretas que validen esta hipótesis. Más recientemente se ha empezado a especular con que en realidad el salarium haría referencia a plata para comprar sal, que encuentra mayor consenso entre los investigadores, pero que tampoco tiene un respaldo claro.

La primera nómina de la hisstoria
La primera nómina de la historia, del año 3.300 a.C, encontrada en Mesopotamia. | Imagen: Wikipedia

Sea como fuere, los salarios avanzan. Ya en el siglo I se encuentran las primeras nóminas de soldados, muy precisas. La conocida como 'nómina de Masada', que apareció en este yacimiento arqueológico de Judea, incluye tanto el sueldo, que ascendía a 225 denarios, como las deducciones, que incluían las relativas al coste de las botas y una túnica de lino, e incluso el forraje del caballo.

Durante la Edad Media se mantiene el mismo sistema, con pocos cambios, más allá de las modificaciones que cada rey o mandatario introducía en sus sistemas de pago. Los había más o menos precisos, más o menos justos... pero la fórmula era bastante similar a la fijada por los romanos.

Revolución industrial

No sería hasta la revolución industrial que la nómina no viviría su propia transformación. La máquina de vapor cambia las estructuras económicas y sociales. Los obreros se encuentran en una posición de debilidad frente a la máquina, y las protestas son masivas. De ambos intereses cruzados, el cobro de un sueldo se establece como una característica básica del régimen capitalista. Y la mano de obra se transforma en mano de obra asalariada.

En Inglaterra se establecen numerosas normativas para regular la labor de los bancos, incluyendo su responsabilidad en el cobro de cheques, que hicieron populares este medio de pago. De hecho, la mayoría de transacciones comerciales e industriales a mitad del siglo XIX en Inglaterra ya se hacía con cheques en lugar de lingotes, letras de cambio o billetes.

Es a mediados de siglo cuando, primero en Inglaterra y poco después en Estados Unidos, se establecen las primeras órdenes impresas en los bancos para pagar salarios directamente desde la propia cuenta del empleado. El sistema se va haciendo popular en otros países, como Francia y Alemania.

Con este sistema, los trabajadores, en lugar de recibir un sobre con dinero en efectivo, empiezan a recibir el mismo sobre, pero con un recibo del pago dentro.

Recaudación de impuestos

La siguiente gran revolución en los salarios, y en las nóminas, llega en el periodo de entreguerras. Tras la I Guerra Mundial nace la Organización Internacional del Trabajo, como respuesta a las malas condiciones laborales de los trabajadores. Mientras que en Austria se desarrolla, por primera vez un sistema pionero que hacía que los trabajadores ya ni siquiera recibieran un sobre, sino que este les llegase directamente por correo.

En ese periodo, sobre todo en Europa, cada vez más trabajadores eran pagados por transferencia directa en su cuenta bancaria, especialmente entre gerentes y empleados de oficina.

También es en esa época cuando Estados Unidos aprueba la enmienda que permite al Gobierno recaudar impuestos sobre la renta de los trabajadores. Es una idea que surgió en Inglaterra en 1799, para financiar la guerra contra Francia, pero es en los inicios del siglo XX cuando se empieza a establecer en diferentes países.

Posteriormente, en plena Gran Depresión, el presidente Franklin Roosevelt firma la Ley de Seguridad Social, que implementa el primer conjunto de impuestos sobre la nómina para financiar los programas de seguridad social y el desempleo.

Popularización de las cuentas bancarias

Tras la II Guerra Mundial, abrirse cuentas bancarias se hizo cada vez más popular entre todo tipo de trabajadores. Incluso los sindicatos animaban a sus afiliados a aceptar el pago directo en cuenta de los salarios. Al tiempo que las empresas postales de muchos países empezaban a adoptar el sistema austriaco, que permitía automatizar aún más el sistema de pago de las nóminas.

Mientras que la aparición y popularización de las calculadores y los primeros computadores, que permiten automatizar el pago de nóminas, en lugar de tener que hacerlo de forma manual.

En la actualidad, la nómina, ya totalmente digitalizada, no es solo un sistema para pagar los salarios de los trabajadores. También se ha establecido como el sistema para recaudar la contribución de todos los trabajadores o establecer las deducciones de cada empleado. Es el justificante de que el trabajador ha recibido su sueldo, pero también de que se han realizado los pagos correspondientes a la seguridad social y las retenciones correspondientes.

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