El melón y la sandía son, históricamente, las frutas protagonistas del verano. En cuanto llega el calor se convierten en las más vendidas y las más consumidas en España. Sin embargo, los dos últimos años han sido complicados, con la producción de estas dos frutas en niveles mínimos, y los precios disparados.
Y no está claro que este vaya a ser el año en el que se solucionen sus problemas. De hecho, el pesimismo reina entre los productores de melón y sandía, que creen que esta campaña tampoco será de récord, a pesar de la mejora del clima. Las noches frías han aumentado la calidad y el calibre del producto pero, aún así, prevén una producción en línea con las últimas campañas.
¿Cómo es posible que la producción no remonte, a pesar de que los agricultores ya no se enfrentan a las dificultades climáticas de los últimos años? Los efectos de la crisis climática, que incluyen la sequía, la falta de agua y los periodos de calima, no han incidido igual. ¿Entonces? Pues los problemas ahora son la mala polinización, o la falta de recursos fitosanitarios con los que antes sí contaban los productores.
Ni los técnicos tienen claro qué ha pasado, advierte el responsable del sector de frutas y hortalizas de la organización agraria COAG, Andrés Góngora, en declaraciones recogidas por EFE. Cuesta explicar que en una campaña con la meteorología favorable no vayan a lograr unos resultados de récord.
Precio en los supermercados
Las consecuencias se dejarán notar, claro, en los lineales de los supermercados. El precio del melón y la sandía sigue generando tensión en sel sector. Y es que, a pesar de la poca producción, hay presión por parte de la distribución, que está haciendo ofertas muy agresivas que no se corresponde con la realidad productiva, según denuncian desde la asociación agraria.
De hecho, el Índice de Precios en Origen y Destino que elaboran desde COAG recoge que el precio del melón, junto con el del champiñón, es el que menos se encarece entre origen y destino. Simplemente se duplica, de los 0,89 euros el kilo que se paga al agricultor, a los 1,68 euros que se cobra a los clientes en el supermercado.
Algo parecido ocurre con la sandía, que también está entre los productos que menos se encarecen entre origen y destino. En concreto, se triplicó, pasando de 0,55 euros el kilo en el campo a 1,68 euros el kilo en el lineal.
Datos que corrobora el Ministerio de Agricultura, que señala que los precios medios en origen durante esta campaña están siendo más elevados que en las dos anteriores. Por ejemplo, en la última semana de la que hay registro oficial, a finales de abril, el precio por kilo se ha situado en 1,2 euros en el caso del melón piel de sapo, mientras que hace un año cotizaba a 0,9 euros.
Importaciones de Senegal, Mauritania, Mali y Brasil
Por si no fueran suficientes los problemas para los productores, surge un nuevo desafió: las exportaciones. La Unión Europea registra cada vez la presencia de más melones y sandías procedentes de terceros países, principalmente de Senegal, Mauritania, Mali y Brasil.
También se suma la preferencia de los consumidores europeos de productos de menor calibre, que encaja mejor con el producto ofrecido por los países antes citados que con la producción nacional, reservada cada vez más al consumo interno.
En los últimos años, el consumo de melón y sandía ha experimentado un leve descenso que se atribuye, directamente, a los elevados precios que los consumidores se han encontrado en los lineales. Desde COAG defienden que el consumo de sandía es muy bueno, y que los supermercados les han aplicado unos precios de venta que no están justificados. Los productores, y también los clientes, esperan recuperar la normalidad cuanto antes.