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Trenes, sobornos y una quiebra: así se fraguó el primer Jueves Negro en 1873

  • Las crisis provocadas por el ferrocarril fueron constantes en el Siglo XIX
  • El hundimiento de Jay Cooke & Co fue el desencadenante del pánico
  • Provocó la depresión más grande en EEUU, con 65 meses consecutivos
Madrid

Fue el primer Jueves Negro antes de "el Jueves Negro". Fue la primera Gran Depresión antes de "la Gran Depresión". Un pánico en Wall Street que forzó al cierre de la bolsa, causado por una burbuja ferroviaria (no era la primera del siglo XIX, ni mucho menos), y con todos los ingredientes habituales: exceso de especulación, sobreendeudamiento y la chispa del colapso de un banco. Hablamos del 18 de septiembre de 1873.

Las crisis provocadas por el ferrocarril fueron una constante en el siglo XIX, como recordaba no hace mucho la Reserva Federal de Nueva York: fue el siglo de los trenes, al menos en cuanto a burbujas y pánicos bursátiles.

Las crisis de 1837 y 1857, por ejemplo, se pueden achacar directamente a un exceso de inversión en ferrocarril, que mal dirigida, acaba poniendo en duda la salud del sistema financiero al completo. Y en la crisis de 1873 pasó lo mismo, pero esta vez con consecuencias más grandes: provocó la recesión más larga de la historia de Estados Unidos.

En una situación que puede recordar a la vivida con Lehman Brothers en 2008, fue el hundimiento de un banco el que desencadenó el pánico. Jay Cooke & Co era una entidad que hizo fortuna con los bonos de la Guerra Civil. Con el dinero ganado hizo agresivas inversiones ferroviarias. La más destacada era un trazado que tenía que unir Seattle con Duluth, en Minnesota, siguiendo el borde de la frontera con Canadá. Más de 2.500 kilómetros.

El proyecto se fue a pique. Por un lado, por la mala gestión, pero por otro, por la estafa de Credit Mobiliar, que no tenía nada que ver con el proyecto, pero que tuvo importantes consecuencias para todo el sector.

El escándalo se destapó en 1872, y provocó una reacción en contra del Gobierno, que se volvió mucho más reacio a seguir financiando la expansión del ferrocarril.

Crisis internacional

Ante esta situación, Jay Cooke & Co sabe que su proyecto ya no tiene futuro. Se suma, además el difícil entorno internacional. En Europa, el colapso de la bolsa de Viena en 1873 provoca la primera gran crisis económica internacional. Pero el problema más grave para el banco llega desde Alemania. La entidad confiaba en los inversores germanos para cubrir los problemas de financiación en su país, ya que llevaban más de una década invirtiendo en bonos y acciones ligadas al ferrocarril en EEUU.

Pero la liberalización de la economía alemana, junto con una burbuja inmobiliaria que se vivió en gran parte de Eurupa, provocó que esos inversores dejaran de mirar a Estados Unidos.

Fue el golpe definitivo para Jay Cooke & Co, que seguía perdiendo dinero sin control. Finalmente, aquel 18 de septiembre de 1873, suspendió las retiradas de depósitos en sus oficinas de Nueva York y Filadelfia. Y se desató el pánico.

Un grito en Wall Street

Como recordaba el The New York Times de aquel día: "Decir que la calle se puso nerviosa sería dar solo una imagen endeble de los sentimientos que afloraron. Los brokers se quedaron totalmente atónitos por un momento, y entonces hubo una carrera generalizada para notificar la quiebra... Algunos hombres que se habían arruinado juraron, otros lloraron, otros salieron a la calle sin decir palabra, otros hablaban alegremente de sus problemas y se marchaban a intentar pedir dinero a sus amigos".

El New York Tribune aseguró que "se elevó un grito monstruoso que literalmente hizo parecer que el edificio temblaba". Fue el primer Jueves Negro de la historia financiera, aunque luego sería eclipsado por el del 24 de octubre de 1929. La bolsa de Nueva York cerró, y el pánico financiero pareció, por un momento, controlado.

Pero el hundimiento de Jay Cooke & Co provocó un efecto dominó que se llevó a otras entidades, quebraron empresas y el desempleo se disparó. Los problemas fueron de tal magnitud que entonces se le llamó la "Gran Depresión". El pánico financiero que pocos meses antes había llegado del Viejo Continente, volvió con fuerza a Europa, que se contagió y vivió su propia parte de depresión, siendo especialmente dura en Inglaterra. Y duró hasta la primavera de 1879, al menos en EEUU, 65 meses de contracción. Ni siquiera la crisis provocada por el crac del 29 fue tan grande.

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Comentarios 5

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Esta crisis se estudiará como la crisis preguerra mundial.
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El artículo pretende dar esperanza. El mensaje es que bancarrotas ha habido siempre y aquí seguimos. La última bancarrota nos llevó a los totalitarismos y a una guerra mundial. Pero aquí seguimos. Y la verdad, si ahora es el colapso del sistema capitalista y viene una guerra nuclear, pues fijo que en cien años nos hemos olvidado de todo y los supervivientes estudiarán esta época con hologramas virtuales rodeados de robots y dirigidos por una Inteligencia Artificial y mucho más holgados, pues la población se habrá reducido a mil millones de personas ya. No nos extinguimos, el fin del mundo viene cuando te mueres. El mundo gira y los tontos miran.

Puntuación 45
#1
Carmen
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1. Y si la guerra mundial termina en una especie de Reconquista con una duración de cientos de años de pobreza, guerrillas y muertes?

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#2
Josué
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Es el fin del actual orden mundial. No me preocupa por mí sino por mis seres queridos. Espero que el próximo orden sea el correcto; es decir, honrado.

Puntuación 53
#3
UNO MÁS (JOSÉ)
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EZÚ, ésta no me la sabía, llegaba solo a la de 1929. : - (

Los 2 de antes y "Carmenchu", no me hagáis llorar que soy un hombre sensible.

C'est terrible.

Aurevoir.

Puntuación 16
#4
Oliver
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No se podía saber...

Puntuación 4
#5