Según el último informe 'Situación País Vasco' del Servicio de Estudios de BBVA, el PIB del País Vasco crecerá un 3,1% en 2018 y un 2,8% en 2019. De cumplirse estas previsiones, se crearían unos 30.000 empleos en esos dos años y la tasa de paro se reduciría hasta el 8,8%.
Presentado por Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research y Carlos Gorria, director de la Territorial Norte de BBVA, este informe señala, no obstante, que hay una serie de riesgos e incertidumbres internacionales que podrían acabar con estas previsiones.
El País Vasco es la comunidad con un mayor peso de las exportaciones totales a Estados Unidos sobre PIB, superando el 2,5% y el peso de los productos exportados que podrían ser gravados con aranceles (hierros, aceros y aluminio) supera el 0,4% del PIB. Entre los riesgos internos, los expertos han apuntado la desaceleración del consumo privado, que ha caído cuatro décimas desde el 2016 hasta el 2,1%. A ello hay que añadir el aumento de los precios del petróleo y el agotamiento en el recorrido a la baja de los tipos de interés, lo cual afectaría al consumo y al turismo, que podría comenzar a ralentizarse.
Por eso, los responsables del estudio de BBVA Research advierten de que el reto es ahora conseguir que ese empleo que se cree sea de calidad y apuestan por que suban los salarios, 'pero condicionado a que se incrementen la productividad', aseguró Doménech.
Digitalización
Otro de los retos es aprovechar las oportunidades y el reto de la cuarta revolución industrial. Según el informe, el impacto agregado es positivo, pero un 36% del empleo en España se enfrenta al riesgo de la automatización, que no significa desaparición sino transformación. La digitalización puede contribuir a mejorar la productividad y el País Vasco tiene margen de mejora respecto a Madrid, Cataluña y Baleares.