
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, reconoció ayer que el "recorrido" del Ingreso Mínimo Vital (IMV) es que se gestione "de forma plena y más en el caso de País Vasco", por su singularidad foral y porque tiene "un compromiso muy claro con estas políticas y superior a otros territorios".
Escrivá hizo estas afirmaciones en el 'Foro Empresarial de Gipuzkoa', organizado por Laboral Kutxa y Diario Vasco en San Sebastián. El ministro recordó que el régimen económico de la Seguridad Social, y "más aún después de una sentencia reciente del Tribunal Constitucional, es una competencia estatal que no cree que esté en discusión".
Para el ministro de Seguridad Social, Euskadi es un referente en política social y aseguró que elementos, como la Formación Profesional Dual, la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) o las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) "han servido de inspiración al Gobierno a la hora de diseñar algunas de las piezas esenciales de las reformas laboral y de pensiones".
Experiencia piloto
Escrivá explicó que hay "muchísimo margen de trabajar conjuntamente" con el Gobierno vasco en "muchas prestaciones no contributivas de la Seguridad Social".
El ministro señaló que la idea es ir anidando en torno al IMV todas estas prestaciones. "Eso es lo que estamos trabajando con Euskadi, para que la RGI y el IMV estén bien engarzados, que sean genuinamente sustitutivos y complementarios y que haya una ventanilla única de todas las prestaciones no contributivas". Según Escrivá esta sería una experiencia piloto que pueda generalizarse.
También pudo el ministro de Seguridad Social defender su propuesta de elevar en 0,6 puntos las cotizaciones sociales (0,5 a cargo de la empresa y el resto, a cargo del trabajador) ante los empresarios y representantes institucionales vascos. Así, resaltó -frente a las dudas de la patronal- que ese sistema no pone en peligro la creación de empleo. "El problema del crecimiento del empleo no es un problema de crecimiento de salarios", afirmó.
Escrivá insistió en que España no tiene un problema serio de sostenibilidad de las pensiones, sino uno transitorio. "Si avanzamos en dos años en edad efectiva de jubilación el sistema se reforzará extraordinariamente". Además negó que se vaya a ampliar la edad legal de jubilación más allá de los 67 años.
40.000 millones de euros
Escrivá resaltó que el déficit del modelo de pensiones deviene de la asunción de 21.000 millones de gastos impropios, ajenos a los aspectos contributivos. Explicó que elevar las cotizaciones durante veinte años permitirá inyectar 40.000 millones a la 'hucha de las pensiones'. Este fondo contó con 67.000 millones en 2011 y ahora apenas suma 2.100 millones.