Opinión

¿Por qué resiste la economía la guerra arancelaria? No cante aún victoria

Trump juega a su capricho con la bola del mundo. PV
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El Wall Street Journal tituló esta semana: La economía estrella de la UE ni se inmuta por la subida de los aranceles. Se refería a España, el país que más creció del mundo el año pasado y el FMI prevé que siga liderando esta tabla de crecimiento durante este año. El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó el martes que el Producto Interior Bruto (PIB) creció el 0,7% en el segundo trimestre, un poco más que en los primeros meses. Este es uno de los pilares en el que se apoya Pedro Sánchez para mantenerse en el Gobierno.

Junto con Irlanda, España ha sido uno de los pocos motores del crecimiento de la eurozona en los últimos años. Pero la economía irlandesa se contrajo en el segundo trimestre, debido a la desaceleración de las exportaciones farmacéuticas a Estados Unidos, mientras que el impacto de los aranceles en nuestro país apenas mermará dos décimas del PIB, frente al 0,5% que calcula para toda la UE el Deutsche Bank.

Aunque en España no todo es vino y rosas, un dólar más débil y las protestas antiturísticas están empezando a hacer mella en la llegada de extranjeros. En Alemania, la actividad disminuyó un 0,1%, revirtiendo el 0,3% de los primeros tres meses. Pero la Comisión Europea pronostica un repunte del 1,1% el próximo año, con la entrada en vigor de los planes de gasto en infraestructura y defensa; Italia se contrajo de manera similar, un 0,1%, mientras que Francia mejoró el 0,3% frente al 0,1% del trimestre anterior.

La economía de la eurozona en su conjunto se desacelera, al crecer sólo el 0,1% en el segundo trimestre, frente al 0,6% del anterior. Pero lo cierto es que, al igual que la del resto del mundo, sobre todo en Estados Unidos, está mostrando una resistencia, que sugiere que podría recuperarse en los próximos meses, a pesar de los aranceles más altos para sus exportaciones. Para empezar, ha evitado la contracción pronosticada por muchos economistas.

El frenazo del segundo trimestre se explica, básicamente, por el efecto de la anticipación de los suministros, ya que las empresas americanas se apresuraron a sobreabastecerse en los primeros meses del año ante el temor a una escalada arancelaria.

En compensación, los salarios reales han aumentado a medida que la inflación disminuyó en la eurozona, lo que impulsó el gasto de los consumidores. El desempleo se mantuvo cerca de mínimos históricos. Y algunos sectores inmunes a los aranceles, están en auge. En particular el turismo, donde el número de visitantes extranjeros recuperó los niveles prepandemia ya el año pasado.

El anuncio, el pasado fin de semana, de un acuerdo que establece un arancel base del 15% para la mayoría de los bienes importados de EEUU fue calificado de "decepcionante" en la mayoría de las capitales europeas, porque supone un golpe para todos los sectores, salvo para el automóvil alemán, que sufría tasas del 25%. Además, Bruselas se comprometió a comprar 750.000 millones de dólares en productos energéticos e invertir 600.000 millones de dólares más en EEUU, sin que nadie sepa cómo se instrumentará.

El pacto arancelario con Europa redujo la incertidumbre de las empresas para invertir o contratar

Sin embargo, el pacto redujo la incertidumbre que hacía que las empresas se mostraran reacias a invertir o contratar trabajadores. Además, en Europa la gran mayoría de la actividad económica es interna, las exportaciones a EEUU representan menos del 3% de su PIB, según BNP Paribas. Por otro lado, las tensiones comerciales han obligado a Bruselas a buscar y cerrar acuerdos con socios de otras partes del mundo, que compensarán parte de la pérdida.

El acuerdo elimina, por último, el riesgo para los mercados de que dos de las mayores superpotencias caigan en una guerra comercial y desmiente que Trump buscara un conflicto a gran escala, como temían los inversores el Día de la Liberación, en abril.

Desde entonces, los mercados se han recuperado tan rápido que algunos gestores de fondos tienen una nueva preocupación: la formación de una burbuja. El S&P 500 y el Nasdaq Composite alcanzaron máximos intradías tras el anuncio del compromiso comercial, que se produjo poco después del acuerdo alcanzado con Japón, mientras otros socios siguen negociando como México y China, cuya tregua expira el 12 de agosto.

Las caídas sufridas por las bolsas este vienes a causa de la nueva ofensiva arancelaria de Trump y los malos datos de desempleo inquietan, pero no trastocan el escenario descrito para la economía americana.

Las cifras publicadas esta semana muestran que Estados Unidos escapó a la recesión en el segundo trimestre de año, con un alza del 3% frente a la contracción del primero. México, el primer social comercial de Trump, también mejora su PIB. Incluso en China, su principal antagonista, el impacto no fue tan dañino como se temía.

Las exportaciones chinas a EEUU bajaron alrededor del 10% en los primeros cinco meses. Sin embargo, crecieron un 6% por las mayores ventas al resto de Asia, Europa y África. Los economistas apuntan a un probable desvío del comercio a través de esos países para entrar en el mercado americano, ya que las importaciones estadounidenses procedentes del Sudeste Asiático suben un impresionante 28% anual.

El patrimonio de los hogares y el margen de sus empresas soporta las subidas de los precios

¿Por qué la economía aguanta hasta ahora mejor de lo esperado? La explicación está en que el patrimonio neto de los hogares americanos sigue siendo alto en comparación con los estándares históricos, lo que permite a los consumidores mantener su ritmo de gastos pese al encarecimiento de los precios. Esta resiliencia está permitiendo a los países exportadores trasladar parte del coste de los aranceles a sus clientes.

Eso explica que las importaciones europeas subieran el 37% en los primeros cinco meses gracias a que los elevados márgenes de las empresas americanas pueden absorber parte de los aumentos provocados por los aranceles. Algunos economistas, sin embargo, consideran que aún no lo hemos visto todo, que el impacto arancelario ese retrasará, como ya ocurrió en el Brexit. No paralizó la economía británica al principio, pero tuvo un efecto negativo a medio y largo plazo.

La prueba de que aún están abiertas todas las opciones es que la Reserva Federal mantuvo estables las tasas de interés este miércoles, pese a la presión de Trump a los gobernadores para que las rebajaran.

La mejor noticia de esta semana en Estados Unidos fue los precios al por mayor, que subieron sólo el 1,9%, frente al 3,4% del primer trimestre. Asimismo, el triunfo de Trump en el Congreso, al lograr que aprobara su rebaja fiscal y presupuestaria debería ser gasolina para la inversión en la segunda parte del año y contribuir a apuntalar el crecimiento.

Sin embargo, la autoridad monetaria presidida por Jerome Powell prefirió darse dos meses para tener mayor claridad sobre si los aranceles ralentizarán la actividad económica, impulsarán la inflación o tendrá un efecto escaso.

Powell remarcó en su discurso que seguía comprometido con preservar el aterrizaje suave que la economía parecía haber logrado a principios de año, en el que la inflación disminuyó sin afectar significativamente al mercado laboral. El dato conocido este viernes decepcionó a los mercados, porque sólo se crearon 73.000 empleos, muy por debajo de las expectativas, lo que abonaría un recorte de los tipos de interés.

Al impulsar los precios de algunos bienes, los aranceles han generado vientos de cola que podrían desviar a la Fed de su rumbo. Las economías americana y europea resisten hasta ahora la embestida arancelaria de Trump mucho mejor de lo esperado, pero aún es pronto para cantar victoria.

PD.-En España, la preocupación no es económica, sino política. Sánchez logró imponer la ley del silencio tanto dentro de su partido como a sus socios. Sin embargo, la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales previstas para la primavera de 2026 lo están obligando a reflexionar sobre su futuro político, según recalcan fuentes cercanas.

El anuncio de que presentará un Presupuesto, en su discurso de balance de año, cogió por sorpresa a propios y extraños porque abre la puerta a un adelanto electoral, en el caso de que fracase en su empeño de convalidar los Presupuestos en el Congreso por tercer año consecutivo. Para ello, durante este otoño intensificará los esfuerzos para que Puigdemont regrese a Barcelona a fin de ganarse su apoyo, así como para la creación de una gran coalición política en torno a ERC, el socio de Illa en Cataluña, para evitar la dispersión del voto ante la eventual inminencia de una cita electoral en primavera.

El plato fuerte del plan pasaría por la integración de la vicepresidenta Yolanda Díaz en e PSOE para alejarse de Sumar y reforzar a los socialistas con las políticas sociales.

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