Madrid
La trama que salpica al exministro Cristóbal Montoro implica hasta una docena de excargos públicos. Todos conformaron, presuntamente, una red de influencias para obtener "lucro económico" por beneficiar a firmas gasistas. Un nuevo escándalo que atañe a uno de los dos partidos mayoritarios y que el Gobierno aprovechará para atacar al PP y frenar las críticas por el caso de Santos Cerdán. Pero existe una diferencia importante. El proceso sobre Montoro se basa en hechos ocurridos en la pasada década, y Mariano Rajoy ya pagó por la corrupción del PP perdiendo el Gobierno en 2018. En cambio, Pedro Sánchez no ha asumido responsabilidad alguna por el que ahora incumbe al PSOE y a dos personas, como Cerdán o Ábalos, que fueron de su círculo de confianza más cercano.