
El mercado del alquiler sigue descontrolado en Barcelona, un año después de que la ciudad se declarara zona tensionada. Ello debido a la caída de la oferta, la más alta de España, que ha pasado de más de 135.000 pisos hace 2 años a solo 95.000 en la actualidad. Además, este año se perderán otros 6.924 inmuebles. La caída de la oferta eleva la presión en el alquiler, como refleja que haya 437 interesados por cada anuncio frente a la media nacional de 141. Los datos demuestran que el intervencionismo en el inmobiliario expulsa a los propietarios del mercado, lo que provoca que el precio de los alquileres suba un 3.6% en Barcelona, hasta los 1.650 euros de media. Queda así patente que topar las rentas no resuelve el problema de la vivienda, sino que lo agrava.