
¿Seguirán su rumbo al alza los valores del sector de comunicaciones? En 2024, el sector tecnológico ha liderado las ganancias bursátiles a nivel mundial (lo que no sorprende a nadie dado el entusiasmo generado por la inteligencia artificial). No obstante, el sector de servicios de comunicaciones lo sigue muy de cerca.
Pero, ¿qué ofrece este sector? Y, lo que es más importante, ¿durará su buena racha? Sí y no. Su peculiar combinación de empresas de crecimiento con un alto componente tecnológico y de empresas de telecomunicaciones evidencia la divergencia de ambos sectores. Veamos por qué.
El sector de "servicios de comunicaciones" es un invento relativamente reciente y original. Antes se correspondía con el clásico sector de las telecomunicaciones, formado por títulos normalmente defensivos, pertenecientes a negocios muy regulados, como Telefónica y Cellnex. Este tipo de empresas ofrecen ingresos estables, buenos dividendos y baja volatilidad, al no ser demasiado sensibles al ciclo económico.
Consideremos lo siguiente: desde el año 2000, los títulos del sector telecomunicaciones han liderado 10 de las 11 caídas bursátiles superiores al 10%. Sin embargo, sus características defensivas pasaron factura en los períodos de alzas bursátiles: quedaron a la zaga en todas las subidas salvo en una.
En 2018, los proveedores de los índices S&P y MSCI combinaron algunos gigantes tecnológicos de Estados Unidos con valores del sector de telecomunicaciones. Así nació el sector de servicios de comunicaciones. Desde ese momento, todo cambió.
De las insulsas líneas telefónicas se pasó a los motores de búsqueda, las redes sociales y el comercio digital, que se adscriben al estilo de crecimiento de las tecnológicas. Las telecos tradicionales no desaparecieron, pero hoy solo representan una sexta parte de la capitalización bursátil del nuevo sector.
Hoy en día el sector está dominado por empresas de servicios interactivos y contenido (que representan 61% de su capitalización total). El 99% de ellas son estadounidenses y apenas el 0,2% pertenecen a la eurozona (con ninguna representación española). Sus grandes nombres, como Meta y la matriz de Google, Alphabet, son de sobra conocidos. A estos hay que añadir aplicaciones de citas en línea, de selección de personal y un sinfín de negocios innovadores con barreras de entrada mucho más bajas que las costosas redes de cables y torres de las operadoras de telecomunicaciones.
Asimismo, el sector de servicios de comunicaciones también incluye la industria del entretenimiento, que acoge a las grandes plataformas de streaming y videojuegos, las cuales cuentan con un componente tecnológico notable y que registran el 15% de la capitalización bursátil. Y sí, estas también muestran características típicamente encontradas en los títulos tecnológicos. El 7% restante corresponde a los medios de comunicación, representados por proveedores de televisión por cable, cadenas de televisión, agencias de noticias y publicistas.
En consecuencia, hemos podido observar que gran parte de los valores de este sector tan diverso se comportan como los títulos tecnológicos: ofrecen dividendos bajos, mantienen elevados márgenes brutos de explotación, reinvierten gran parte de sus beneficios en productos y servicios interesantes, y su nivel de crecimiento es significativo.
Gracias a esas características propias de las tecnológicas, los servicios de comunicaciones obtienen rentabilidades considerables durante los mercados alcistas. Cabe señalar que, en lo que va de año, los servicios interactivos y de contenido han subido un 31,3% a escala mundial y han impulsado la rentabilidad del conjunto del sector hasta el 21,7%. Estos resultados están casi a la par de los de las tecnológicas (22%) y superan a los de la renta variable mundial (13%). Asimismo, las empresas de entretenimiento que forman parte del sector se han revalorizado un 17,3%. Con todo, las comunicaciones inalámbricas y los servicios diversificados de telecomunicaciones se han quedado atrás, con alzas del 10,7% y el 6,7%, respectivamente.
Esta diferencia reproduce lo observado a lo largo de este mercado alcista. Desde el mínimo de 2022, los servicios de comunicaciones han repuntado un 49,7% a nivel internacional y han logrado superar a las bolsas mundiales, cuyas ganancias fueron del 40,3%. En este caso, los servicios interactivos y de contenido también llevan la delantera con una revalorización del 88,2%, que supera el 79,1% obtenido por los valores tecnológicos. El otro subsector que ha superado la rentabilidad mundial en ese período ha sido el de entretenimiento (46,1%).
Pocos esperaban que las empresas con un mayor componente tecnológico incluidas en el sector de servicios de comunicaciones repuntaran con tal fuerza tras el batacazo de 2022, sin embargo, lo lograron. Los pronósticos en torno a ellas eran demasiado pesimistas, pero, ante ese sombrío panorama, los mercados se orientaron al futuro y predijeron un repunte. Como es sabido, los mercados anticipan la realidad económica y de las empresas entre 3 y 30 meses vista.
En este caso, su previsión resultó acertada, y los beneficios por acción de los servicios interactivos y de contenido se dispararon un 31% interanual en el primer semestre, lo que supuso una victoria aplastante en comparación con el conjunto del mercado mundial, que solo registró un 2,9%. Los resultados de los servicios de comunicaciones fueron incluso mejores, ya que anotaron 46,3% interanual.
Entonces, ¿qué se puede esperar de cara al futuro? Es probable que las grandes empresas de comunicaciones de carácter tecnológico mantengan su fortaleza. Tras dos años de recorte de gastos, su buena racha debería continuar en cuanto adopten medidas más ofensivas, sobre todo porque cuentan con abultados márgenes brutos de explotación para autofinanciar su expansión a medida que mejora el sentimiento. En el mercado publicitario, del que sacan partido muchas de estas empresas, también se espera una reactivación.
Cabe señalar que, los márgenes brutos de explotación del sector de servicios de comunicaciones son del 44%, muy por encima del 31% de la renta variable mundial. El grueso del porcentaje pertenece a los servicios interactivos y de contenido, con un superlativo 65% que incluso supera el 49% de las tecnológicas. En resumen, los líderes del mercado surgirán de esas áreas, de las que, si bien la bolsa española tiene una pequeña representación, sus empresas son más afines al sector telecomunicaciones que al tecnológico. Por lo tanto, apueste por los gigantes estadounidenses, que brindan las oportunidades más jugosas, y sea testigo de cómo impulsan el mercado alcista en 2024.