
Después de unos años en los que las compañías de pequeña capitalización han estado castigadas en bolsa, por el endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales, la previsible bajada en los tipos de interés será el principal catalizador que hará que las small caps despeguen de nuevo. Además, las caídas que arrastran en el parqué han provocado que sus valoraciones sean más atractiva hasta el punto de que cotizan con un descuento histórico respecto a las empresas de gran capitalización. Más allá de su comportamiento en el corto plazo, estas compañías han sido históricamente una fuente de rentabilidad en bolsa. Esto lo han aprovechado los fondos que se centran en ellas, que consiguen importantes ganancias en los últimos años.