
El nuevo reglamento de envases que negocian las instituciones de la UE y que se votará el 24 de octubre tendrá como mínimo un coste de 23.000 millones a los sectores de la hostelería y la distribución alimentaria. O dicho de otro modo, cada supermercado o bar tendrá que pagar entre 50.000 y 150.000 euros por la inversión en la instalaciones de máquinas para la recogida de envases. Queda así patente la elevada factura que para estos negocios supondrá el nuevo reglamento europeo con el que se pretende reducir los residuos de envases en un 15% hasta 2040. Un coste que para empezar resulta inasumible para los bares. Pero, es que además supone una seria amenaza para los precios de los alimentos, ya que las empresas, como es lógico, lo trasladarán al cliente.