Opinión

Un sector inmobiliario saneado

  • El nivel de preventas para 2024 e incluso 2025 aseguran una entrada de capital estable para las empresas en este ámbito

Mes tras mes, las estadísticas reflejan un final de año difícil para el sector inmobiliario español. La compraventa de viviendas y la firma de hipotecas registran descensos de doble dígito, lo que representa la evidencia más clara de cómo el endurecimiento de las condiciones de financiación impacta en los ahorradores.

Esa situación carece de todo viso de cambio; muy al contrario, la persistencia de la inflación en sus altos niveles actuales augura tipos altos en la eurozona durante mucho tiempo. En paralelo, la ralentización económica desencadenada desde el pasado verano mermará aún más la capacidad inversora en nuestro país. Sin embargo, ante tan sombrío panorama, las promotoras de nuestro país están en condiciones de sacar músculo sobre la base de su cartera de casi 14.300 viviendas prevendidas. En otras palabras, existen empresas del sector que ya tienen cerrada la entrega del 80% de los inmuebles a los que esperaban dar salida en 2024, e incluso el 50% de lo estimado para 2025. Queda así asegurada una entrada de capital estable de 5.000 millones para el conjunto del sector. Son registros propios de un ámbito que aprendió de los errores previos a las turbulencias financieras de los años 2008 a 2013 y lleva años evitando los excesos que caracterizaron a ese periodo. La oferta de vivienda nueva siempre ha estado ajustada a la demanda, incluso en los momentos en que el BCE mantenía los tipos aún anulados, en los años anteriores a la crisis inflacionista actual. El stock actual se muestra proporcionado a las necesidades previstas del mercado en los próximos años. Puede decirse que el inmobiliario español superó la crisis del Covid y podrá sobreponerse a la difícil coyuntura actual.

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