En el primer semestre de 2023 dejamos atrás los malos resultados registrados el año pasado en todo el mundo, pero ¿qué categorías están llamadas a liderar las subidas en este nuevo ciclo? Sencillamente, las que más cayeron, porque, aunque los escépticos desconfíen, la recuperación aún no ha concluido. ¿A qué debemos prestar atención a partir de ahora? Veremos qué tres sectores probablemente tomen la delantera y cuáles quedarán rezagados en el incipiente mercado alcista.
Antes de empezar, no olvide que, además de seleccionar títulos o sectores, lo más importante es saber en qué fase del ciclo de mercado nos encontramos. Por ello, comience observando la coyuntura general para posteriormente analizar los detalles. En los mercados alcistas, la gran mayoría de las acciones suben y en los bajistas, caen. Es sencillo, Como estamos en los primeros compases de un mercado alcista, es un buen momento para acaparar acciones.
En primer lugar, las acciones tecnológicas y las de gran crecimiento han liderado las alzas hasta ahora. No cabe duda de que la buena racha de la banca europea ha impulsado el buen comportamiento del Ibex 35 desde su mínimo, pero, a escala mundial los bancos y los títulos de valor han quedado muy rezagados con respecto a los grandes sectores de crecimiento. Esto no debería ser un motivo de sorpresas, ya que las categorías más penalizadas en los mercados bajistas son las que repuntan con más fuerza. Tras el varapalo de 2022, el sector tecnológico mundial se revalorizó un 34% desde mediados de octubre, cuando los mercados mundiales tanteaban sus mínimos en euros y tocaban fondo en dólares, hasta agosto: un dato impresionante comparado con el promedio mundial (+14,4%). Entretanto, la prensa sigue suscitando temores relativos al pinchazo de una supuesta burbuja tecnológica a causa de la inteligencia artificial, pero se trata de un análisis erróneo y, por tanto, con potencial alcista, pues genera unas expectativas tan bajas que la realidad puede superarlas sin dificultad. Todo ello supone un factor de impulso para las acciones tecnológicas de cara al futuro.
Igualmente, este año han ganado protagonismo otras áreas del mercado a las que les fue mal en 2022, entre otras, las tecnológicas de servicios de comunicaciones y bienes de consumo discrecional. Asimismo, el sector industrial se vio lastrado por los temores relacionados con una recesión internacional. Tras este efecto rebote, los indicadores fundamentales, como el renqueante avance de la economía mundial y la inquietud por una desaceleración en China, favorecen a los sectores de crecimiento. Es precisamente en estos contextos de leve expansión cuando los inversores apuestan por verdaderas empresas de crecimiento, las cuales no dependen de una actividad frenética para aumentar sus ventas y son muy escasas.
Así pues, las tecnológicas de alta calidad, cuyos cuantiosos márgenes de beneficios operativos brutos del 47% les permiten reinvertir en su negocio y seguir creciendo, serían las más beneficiadas, en particular las de software y de semiconductores. La bolsa española, no obstante, carece de tecnológicas, conque habría que apuntar a las grandes estadounidenses que lideran el sector y diversificarse con holandesas, alemanas, taiwanesas y surcoreanas. Una parte de la cartera puede asignarse a empresas tecnológicas relacionadas con la inteligencia artificial si esta contribuye a sus resultados, pero conviene evitarlas si se dedican exclusivamente a la inteligencia artificial. Al fin y al cabo, aún es pronto para saber quién dominará este mercado.
Por su parte, el crecimiento de los sectores de servicios de comunicaciones y bienes de consumo discrecional también debería dispararse. En este último sector, los bienes de lujo son una buena opción, al contar con márgenes de beneficio brutos del 57%, aunque estos títulos no abundan precisamente en España, pero sí en Francia, Italia y Suiza. También puede invertir en el comercio minorista de artículos variados, cuyos mayores representantes se sitúan en Estados Unidos.
En cuanto al sector de servicios de comunicaciones, las telecos españolas no deberían resultar muy rentables por su carácter defensivo. Considere, en su lugar, a los gigantes internacionales de los medios y servicios interactivos, vinculados asimismo a la tecnología, ya que en 2022 aumentaron sus ingresos un 14% pese a la debilidad general, y sus márgenes de explotación son nada menos que del 62%; una cifra impresionante. Estados Unidos concentra la mayoría de estos títulos.
En contraste, el inicio de los mercados alcistas suele ser negativo para las llamadas categorías defensivas –sanidad, bienes de primera necesidad y servicios públicos–, que representan el 24% del mercado español. Les suele ir mejor en contextos bajistas, dado que, durante las épocas difíciles, la compra de medicinas, pan o energía no cesa, y esto genera una sensación de estabilidad inversora que se torna coste de oportunidad cuando la bolsa se recupera.
El sector energético también podría sumarse a la lista de los rezagados, porque las gasísticas y las petroleras se revalorizaron demasiado en 2022, al revelarse fallida la previsión de que el ajuste temporal de los precios provocaría desabastecimiento, como en la década de los setenta. Lo cierto es que la abundante oferta actual limita los precios y los beneficios. Entonces, ¿qué indican las recientes subidas de precios del gas natural? Estos se encuentran lejos de sus máximos de 2022 y bajarán en cuanto remitan los temores relacionados con la huelga de los productores de gas natural licuado en Australia. La oferta de gas sigue siendo abundante, concretamente en la UE, donde se alcanzó el objetivo de almacenamiento dos meses antes de lo previsto.
¿Qué sucederá con los grandes valores financieros del Ibex 35? Se esperan ganancias moderadas tras una ralentización de las subidas de tipos y la inflación, lo que frena el aumento de los intereses a largo plazo y la rentabilidad de los préstamos. Puede interesarle mantener alguno en cartera, pero no muchos.
En todo caso, mantenga una pequeña participación en estos sectores con peores perspectivas. ¿Por qué motivo? Porque podría equivocarme, pero, además, para proteger su cartera ante posibles oscilaciones bruscas e inesperadas.
La rotación desde el crecimiento de alta calidad hacia el valor, con mayor presencia en la bolsa española, está por llegar, pero dependerá de una reaceleración económica que no se atisba a corto plazo. Por lo tanto, adopte un enfoque alcista e internacional y adquiera títulos de crecimiento.