Opinión

¡Faltan niños!

  • La población española crecerá únicamente por la inmigración
  • La despoblación se verá profundizada en las próximas décadas
Foto: Dreamstime

Una revista prestigiosa, The Lancet, acaba de poner negro sobre blanco las situaciones de 23 países que en este siglo XXI van a encontrar serias dificultades para su sostén demográfico.

España, Japón e Italia estaban marcados porque, según sus proyecciones, iban a reducir su población a la mitad hacia 2100. El mundo no está preparado para la caída dramática en el número de nacimientos, un fenómeno que va a tener un impacto dramático en las sociedades, pero a punto de celebrar unas elecciones generales en España, los expertos destacan que esta realidad se pasa por alto y las buenas medidas para potenciar la fecundidad brillan por su ausencia.

Un recuerdo: cuando Kentaro Yobokori nació en 2016 en Kawakami, un diminuto pueblo perdido entre las montañas de la prefectura de Nara, sus vecinos lo saludaron casi como un milagro. No exageraban, porque Kentaro era el primer niño que venía al mundo en dicho lugar en 25 años. Aunque extremo, ese caso resume con toda su crudeza la grave crisis demográfica que sufre Japón, que viene perdiendo población desde 2010 y seguirá haciéndolo en el futuro si las autoridades no son capaces de poner remedio.

Pero la caída de la fecundidad no es solo un problema en Japón, también lo es en Europa, especialmente en España y en Italia. Así lo reconoce la primera ministra, Giorgia Meloni, que en su programa de Gobierno ha situado como un tema central "incentivar la natalidad", con la creación del Ministerio de la Familia, la Natalidad e Igualdad de Oportunidades.

Según el INE, 1) La población total de España crecerá moderadamente en las próximas décadas (5 millones y pico de personas más en 50 años), pero solo por la llegada de inmigrantes. 2) Los españoles autóctonos -los descendientes de españoles de origen- disminuirán de manera preocupante en las próximas décadas: en torno a 14-16 millones en los próximos 50 años. 3) La despoblación, es decir, la pérdida de peso demográfico de las regiones y provincias con mayor declive en las últimas décadas se profundizará en los próximos 15 años.

4) El envejecimiento de la población, ya sea medido en porcentaje de mayores de 65 años y más o por la edad media o mediana de la población, seguirá aumentando hasta alcanzar cotas muy elevadas. 5) La soledad, medida por el porcentaje de personas que viven en solitario o el número medio de moradores por vivienda, seguirá creciendo. 6) La esperanza de vida seguirá aumentando en el próximo medio siglo, pero a un ritmo menor al observado desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

La baja fecundidad puede llevar a España, Japón e Italia a que sus poblaciones se vean reducidas a la mitad en 2100. Pero casi nadie de nosotros estará vivo para entonces.

Y es que la demografía trabaja a largo plazo y eso hace que ni los medios de comunicación ni los políticos se la tomen en serio. Y si no observen ustedes a la ministra española que se ocupa de ir en bicicleta por las calles de Valladolid pero que no quiere saber nada de la bajísima fecundidad española. 

Algo habrá que hacer para que las jóvenes españolas que declaran desear más del doble de hijos de los que hoy tienen puedan tener los hijos que desean. Y no bastará con que ellas y nosotros lo deseemos, habrá que apoyarlas económica y socialmente para que tengan esos hijos que desean tener.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky