
El final de 2022 se muestra crítico para la evolución del gasto público en pensiones. Noviembre marcó un nuevo récord por sumarse el desembolso de la paga normal y la extraordinaria de Navidad. Pero diciembre continúa ahondando la tendencia con un incremento del 6,5% que lleva el desembolso a las puertas de los 11.000 millones. En estas circunstancias, resulta aún más preocupante que el Gobierno haya dado luz verde, como el presidente Sánchez se encargó ayer de recordar, al incremento del 8,5% de estas prestaciones en 2023. La revinculación al IPC, sin ningún tipo de factor corrector que tenga en cuenta la evolución del PIB o la esperanza de vida, plantea ya en el corto plazo un problema para la sostenibilidad misma del sistema