Las subidas de tipos de interés que el BCE podría iniciar ya en el verano para contener la inflación tendrán un fuerte impacto en el consumo. En concreto, y según Funcas, el encarecimiento de las condiciones de financiación provocará que el gasto de familias y empresas crezca un 25% menos de lo previsto en 2022.
Esta pérdida de vigor reducirá al 3,8% su incremento para este año. El dato demuestra que el fin de la era del dinero gratis supone un nuevo lastre para la evolución de una variable básica para la economía (la demanda interna representa el 60% del PIB), que ya sufre desde hace meses el golpe de la inflación récord. No en vano, los altos precios fueron la causa principal de que el desembolso de los hogares se contrajera un 3,7% en el primer trimestre frente al crecimiento del 1,5% que registró en el último cuarto de 2021, el mayor desplome desde la irrupción del Covid. Queda así claro que para detener la caída del consumo es necesario frenar la actual espiral inflacionista. Algo que nunca se conseguirá si siguen aflorando los temidos efectos de segunda ronda. El Banco de España, entre otros, lleva tiempo advirtiendo del peligro que supone un escenario así en el que el aumento de los precios se vuelva persistente y se plantea el serio riesgo de que las alzas rápidas y cuantiosas de salarios lo cronifiquen.
El fin de la era del dinero gratis en Europa frenará un 25% el aumento del gasto de familias y empresas para este año
El IPC subyacente (sin energía y alimentos frescos) situado ya en el 4,4% deja claro que el peligro es real. Más aún tras romperse esta semana la negociación salarial por la pretensión de los sindicatos de incrementar los sueldos para evitar la merma del poder adquisitivo. La falta de moderación salarial y medidas como indexar las pensiones al IPC solo servirán para añadir más tensión inflacionista, lo que seguirá lastrando al consumo y a la economía.