La tendencia alcista de la inflación en nuestro país, disparada desde hace meses, está provocando que el consumo en los hogares caiga precipitadamente de forma descontrolada. En esta situación, los niveles de consumo fueron estables durante la primera parte del año hasta el estallido de la guerra en Ucrania, que trunco la tendencia de los bienes que no son de primera necesidad. Ante esta situación, desde la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) recortaron en 1,7 puntos sus anteriores previsiones de gasto real para este año.
Del mismo modo, apuntan a que, aunque las "tensiones inflacionistas ya eran elevadas antes del conflicto", tras la invasión a Ucrania la tendencia "se agudizó". Esto provoca la actual situación de subidas en los precios finales de consumo de, principalmente, productos energéticos y de primera necesidad, "intensificando la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores y el deterioro de márgenes empresariales" reza el informe de previsiones económicas de Funcas.
Este frenazo en seco de la tendencia positiva con la que se había iniciado el año se da en marzo, según apuntan varios informes de entidades bancarias. El gasto del consumidor, se está notando principalmente de forma presencial, aunque desde el informe 'Situación España' de BBVA Research advierten que la estadística puede ser engañosa, debido al "efecto base causado por el inicio de la Semana Santa en marzo pasado, que distorsionó la comparación interanual en los últimos días de marzo y los primeros de abril" , dice el informe.

Esta situación coincide con el fuerte retroceso mensual del indicador de confianza del consumidor de marzo, el mayor de la serie histórica, y que, según el Banco de España, "el aumento de la incertidumbre habría podido comenzar a hacer mella en las decisiones de gasto de los hogares".
Y es que la tendencia de gasto ha comenzado a cambiar. El aumento del 7% interanual del tique medio, impulsado por el repunte de la inflación, contribuyó al avance de las compras con tarjeta en marzo. El crecimiento fue mayor en los sectores más expuestos al incremento de precios y con una demanda más inelástica, como transporte, alimentación y grandes superficies, y se desaceleró en actividades recreativas, como alojamiento, ocio y restauración.
Se salva la alimentación
Por sectores, según los datos de movimientos con tarjeta de BBVA Research, el gasto perdió impulso en todos los sectores, a excepción del de alimentación que se mantiene. La ralentización del consumo fue más severo en sectores en algunos servicios, como alojamiento, restauración, viajes y ocio, y en los bienes que no son de primera necesidad, como deportes, moda y equipamiento del hogar.
El gasto en otros servicios, que incluyen las plataformas de comercio electrónico y las suscripciones online, representaron un 26% del total en en marzo de este año frente al 11% del mismo mes de 2019. Alimentación, salud, restauración y ocio corrigieron el avance registrado en 2021, mientras que moda, viajes y alojamiento todavía se situaron lejos de su peso precrisis.
De forma contraria a la actual tendencia de gasto, el pago presencial aumentó en todas las regiones de España en el mes de marzo, pero su crecimiento fue menor que en febrero. En este sentido, las provincias que mayor incremento experimentaron son las que más afluencia de turistas tienen, como los archipiélagos, Alicante y Málaga, y de invierno, como Huesca y Segovia. En el caso de los gastos extranjeros, el peso de sus transacciones creció durante el pasado mes, aunque manteniéndose por debajo de las cifras previas a la pandemia.
Por ultimo, el avance del comercio electrónico sobre las compras presenciales, acentuaron el crecimiento de este tipo de movimientos, hasta el 34%, situándose de esta forma en máximos de la serie histórica.