
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, asegura que "la fijación de los precios de los alimentos es incompatible con el funcionamiento del mercado único", ni con la Constitución española o los tratados comunitarios, por lo que no es una solución al actual incremento del precio de los alimentos. Según el ministro, lo que sí que se puede hacer es apostar por la transparencia y equilibrio en el sector agroalimentario y "de ahí nace la Ley de la Cadena".
Sobre la posibilidad de un desabastecimiento si se alarga la guerra, Planas sostiene en una entrevista concedida a elDiario.es que "no hay ningún riesgo" de que esto llegue a producirse. No obstante, señala que "hace falta que haya un movimiento de pánico o alguna información para que la gente crea que hay que acumular". Pensando en esas situaciones, el Gobierno ha incluido en el plan de choque la posibilidad de limitar la venta de determinados productos, añade.
Preguntado por la reforma laboral y las opiniones dentro del sector que dicen que no se les ha tenido en cuenta, por ejemplo, con la dependencia de contratos temporales en picos de cosecha, el ministro de Agricultura responde que es un acuerdo "muy positivo", aunque admite que "tiene peculiaridades en relación con los sectores productivos". En ese sentido, apunta que se trata de aplicar la norma y ver su funcionamiento porque "no se tendrá una perspectiva de conjunto hasta que, al menos, pase un año concreto de su aplicación".
En cuanto a la posibilidad de ampliar el paquete de medidas aprobado recientemente para todos los agentes del sector, Planas prevé que se alcance "el techo de incremento de inflación en el primer semestre del año" y, a partir de entonces, "el conjunto de los insumos se vayan estabilizando y disminuyendo". Por el momento, el Gobierno va a destinar 430 millones de euros para el sector primario, de los cuales 124 millones son para vacuno de leche, "el sector más vulnerable debido a la subida del precio de los piensos y la consiguiente caída de la rentabilidad".
Ante una posible escasez de maíz y alimentación animal, el ministro de Agricultura destaca que los fabricantes de piensos disponen de unas reservas de unos dos meses, pero "no va haber ningún problema de abastecimiento en cantidad gracias a las medidas de flexibilización adoptadas por el Gobierno". En cambio, lo que sí habrá probablemente será "una afectación en materia de precios". Para intentar dar respuesta a esta cuestión, España ha pedido a la Unión Europea que le deje utilizar parte del barbecho o de las superficies de interés ecológico. "Se pueden poner en producción unas 600.000 hectáreas, que pueden producir unos 300 millones de euros de ingresos suplementarios para el sector", subraya Planas.