
La escisión de Naturgy en dos cotizadas, una para el negocio liberalizado y otra para el regulado, siembra dudas en el mercado y provoca que la gasista pierda un 12% en bolsa en cinco sesiones.
Es más, los analistas valoran incluso a la firma un 8% por debajo de su precio actual. Esta rebaja de la acción se sustenta en la dificultad que, según los expertos, tendrá Naturgy para extraer más valor a sus títulos.
Es cierto que la división es positiva a medio plazo, ya que frena la batalla entre IFM y Criteria, facilita una operación corporativa posterior y mejora la operativa de ambas compañías.
Pero también es verdad que la filial dedicada al negocio liberalizado está aún por construir, especialmente en el ámbito de las renovables, lo que genera incertidumbre en los inversores.