
Ya es de mal fario que sólo unos días después sacar pecho por los relativamente positivos del paro registrado en diciembre -mes tradicionalmente bueno por el efecto de las rebajas y las Navidades-, la factoría 'Sánchez&Díaz Producciones' se tope con Eurostat, la oficina europea de estadísticas, para devolverles a la dura realidad y recordar que España es el líder absoluto del desempleo de la UE, que por sexto mes consecutivo es la economía europea con mayor tasa de paro, el 14,1% duplicando la media de la zona euro, y que el desempleo juvenil llega al 30% con medio millón de menores de 25 años sin trabajo.
Y esto no son bulos de lobbies o infundios de la derecha. Son datos oficiales de la Unión Europea, que corroboran informes de instituciones españolas en los que se confirma que la cifra de parados sólo se ha reducido en 163.000 personas durante el gobierno de Pedro Sánchez, que la mayor parte del empleo creado es empleo público, y que, como apuntan desde FUNCAS en el sector privado todavía faltan más de 100.000 afiliados a la Seguridad Social para recuperar los niveles previos a la pandemia.
Pero con ser esto un pesado lastre para el país que la OCDE confirma como el último del mundo desarrollado en la recuperación de su economía, ocupa el puesto 23 de 23, lo más grave es comprobar que detrás de esta mejora del empleo se esconde la mayor caída de la productividad de toda la serie histórica. Un descenso del 6,6% con respecto al inicio de la crisis. Es decir, que con el mismo número de trabajadores en activo que en 2019 se genera un producto interior bruto (PIB) un 6,6% inferior, debido en gran parte al aumento del peso del empleo público, uno de los menos productivos de todas las actividades económicas.
El elevado peso en la economía nacional de los sectores peor posicionados de cara al futuro como el comercio, la hostelería o el transporte explica también el bajo crecimiento de la economía y de la productividad españolas. Mientras que, como apunta un reciente estudio del Banco de España, sectores económicos, como la fabricación de productos informáticos y electrónicos, las actividades profesionales científicas y técnicas, las de I+D, las de información y comunicaciones, y las financieras y de seguros muy bien posicionados en términos de productividad y resiliencia, tienen un peso en el PIB español inferior al de otros países del entorno.
Esta evolución implica que España se aleja del nivel de productividad del resto de economías desarrolladas. De hecho, Eurostat sitúa a España como el peor país de la UE en recuperación económica y pérdida de productividad. Tomando como referencia al conjunto de la Unión Económica y Monetaria (UEM), la productividad del trabajo de la economía española es un 18,7% inferior, cuando en 1995 la diferencia era del 9,6%.
Y con estas cifras de PIB, empleo y productividad nos enteramos de que un tercio de los 7.000 millones aprobados por el Gobierno para ayudas directas a pymes y autónomos no ha llegado a los afectadas por los requisitos y la complicada tramitación. Justo cuando los datos recientemente publicados por el Radar de Asexor y pese a las medidas adoptadas para frenar las insolvencias, el año 2021 cerró con 5.496 concursos de acreedores, cifra un 31,11% superior a la registrada en 2020, siendo comercio, construcción y hostelería los sectores más afectados, mientras que a nivel regional Cataluña, con 1.373 concursos un 38,41% más, es la comunidad donde más concursos se declararon.
Aumenta también un 20,02% la mortalidad empresarial, con 63.357 disoluciones empresariales que se contrarrestan con una subida del 34,06% en la creación de nuevas sociedades, hasta 63.357, pero que se concentran mayoritariamente en sectores de baja productividad como comercio y construcción
Y un dato para que el presidente del Gobierno se entere durante esos paseos que dice da por Madrid pero que nadie ha visto: la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso lideró un año más el emprendimiento con 24.021 nuevas empresas y un crecimiento del 36,94%, siendo Madrid también el principal foco de atracción de las inversiones extranjeras directas durante el último ejercicio con un 64% del total. Como dice sabiamente el refranero, algo tendrá el agua cuando la bendicen.