Opinión

La oferta, estúpido

Incentivar la demanda no es la solución para salir de esta crisis

Durante la campaña electoral de las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos de 1992, James Carville, asesor del hasta entonces Gobernador de Arkansas Bill Clinton, ideó el eslogan: "la economía, estúpido". El propósito era mentalizar a todo su equipo de que el candidato debía evitar discutir sobre cuestiones de política internacional en las que su rival, el presidente George H. W. Bush, se sentía especialmente cómodo y poner en el centro del debate de la campaña lo que realmente le importaba a los norteamericanos: los problemas económicos de las familias. El éxito fue rotundo, su candidato se convirtió en el 42º Presidente de los Estados Unidos y se puso de manifiesto, una vez más, que solo un análisis acertado garantiza superar las adversidades.

A diferencia de lo relatado en el párrafo anterior, los responsables de la política económica española están afrontando la crisis con un diagnóstico equivocado. El optimismo de sus declaraciones y el de las previsiones de crecimiento reflejados en los Presupuestos Generales del Estado, corregidas a la baja por todas las instituciones públicas y privadas que se han pronunciado al respecto, no deja lugar a dudas de su profundo error. El problema, con serlo, no es estar equivocado, lo peor es que sin enmendarse será imposible aplicar las soluciones que se necesitan, porque no saben, o no quieren saber, la naturaleza y el alcance de la situación a la que nos enfrentamos.

El objetivo que debemos perseguir es alcanzar lo antes posible los niveles de producción previos a la pandemia. Sin embargo, estamos a un 6,6% de conseguirlo y la Comisión europea sostiene que seremos la economía de la zona euro que más tarde en hacerlo, como por otra parte, parecen avanzar los datos de crecimiento de los tres primeros trimestres de 2021. Probablemente, tengan razón quienes afirman que el elemento que singulariza la evolución de nuestra economía en estos momentos sea la lentitud con la que nos recuperamos, después de haber sido la que experimentó una mayor caída en 2020, porque hemos pasado de liderar el crecimiento entre nuestros socios, a ocupar la tercera posición de los países que menos avanzan.

Con estas referencias, es obvio que algunas declaraciones adjetivando nuestro impulso como "robusto", "sólido", etc., para seguir insistiendo en una política errada no es solo infantil, sino dañino, porque está provocando una profunda herida social en el país.

Conviene tener presente que nos enfrentamos a una crisis provocada por la paralización del mercado a partir de la expansión del COVID, cuyos efectos sanitarios y económicos, que son los que nos ocupan, se van atenuando a medida que se generaliza la vacuna. Sin embargo, la recuperación está generando un problema de oferta que tiene varias manifestaciones, entre las que cabe destacar: la falta de algunos suministros que paralizan actividades de todo tipo de sectores, algunos intensivos en la creación de empleo y, como ocurre en España con el sector del automóvil, con una gran participación en el PIB; el incremento del precio del gas que está arrastrando en general a un incremento de los costes energéticos y de las materias primas y, finalmente, un proceso inflacionista que tiene se origen en esta situación de escasez, pero que se alimenta también de una política expansiva en términos monetarios que es con la que se ha intentado, y aún se continúa, dar respuesta a la paralización del mercado como consecuencia del COVID.

Aunque tenga similitudes en los efectos destructivos sobre el empleo y el tejido productivo, esta no es la crisis financiera de 2008 que golpeó la demanda, ni por su origen, ni por la situación en la que nos encontramos, ni por la respuesta que se ha dado a la misma desde la Unión Europea. Hoy las familias y las empresas están menos endeudadas, el sector financiero saneado y el comportamiento de las autoridades europeas está dirigido esencialmente a que en el mercado no falte liquidez. Para ello ha suspendido la vigencia del Pacto de Estabilidad, lo que se traduce en que los países miembros puedan incurrir en déficit, el Banco Central Europeo asegura la compra de las emisiones de deuda, con el propósito de evitar tensiones en la prima de riesgo y se han habilitado un conjunto de fondos para financiar gastos relacionados con la compra de material sanitario para hacer frente a la pandemia, al desempleo y los llamados Next Generation que, en nuestro caso, ascienden a 140.000 M€, la mitad de los cuales son créditos.

Estamos por tanto ante una crisis de oferta que tiene su antecedente más inmediato en las de los años 70, más que en la de 2008. Por eso, nos parece obvio que el problema será imposible de superar estimulando la demanda, a base de incrementar el gasto público de forma indiscriminada como se hace en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, porque su movimiento expansivo no compensará el hecho de que la oferta no responda, dadas las subidas de impuestos y cotizaciones sociales, la amenaza de más cierres por la llegada de la sexta ola y las nuevas variantes del virus, las dudas sobre el crecimiento global o las subidas de precios que parece que han llegado para quedarse más tiempo del previsto.

En definitiva, estamos ante una situación incierta que se conecta con una política económica que no ayuda a dar seguridad, porque es equivocada, nace de un diagnóstico desacertado. La alternativa a creer que es un error, sería pensar que lo único que guía al gobierno cuando toma decisiones es huir de su verdadera responsabilidad, aunque sea en contra del interés general en el medio plazo y eso no quiero hacerlo, prefiero quedarme en advertir que se trata de "la oferta, estúpido".

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Comentarios 2

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comoatrasas
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En Contra

Maleducado, no aporta nada . vamos como toda la derecha rancia , retrasada , heredera del franquismo y de la dictadura

Puntuación -6
#1
Lagarde y Guindos dimisión
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En Contra

El principal problema de la economía mundial se llama FED. Y también se llama BCE. Son unos ladrones.

Están robándole el dinero a la gente normal via inflación y por otro lado están regalándole la pasta a las empresas de los ricos.

Puntuación 7
#2