
Las principales bolsas vivieron un cierre de semana aciago con caídas récord, como la sufrida por el Ibex tras su peor sesión en 17 meses que se saldó con un descenso del 5%. Las turbulencias se produjeron ante el aviso que la OMS lanzó respecto a la nueva cepa sudafricana del Covid, una variante que crea preocupación por su inusual facilidad para mutar.
Pese a los descensos en los parqués, hay argumentos sólidos que respaldan a los analistas en sus llamamientos a mantener la calma. El rally navideño ya está perdido, pero esa realidad es incapaz de empañar un año excepcional para la renta variable como 2021. Es más, una corrección era esperada por los analistas y hay quienes incluso ven una oportunidad para comprar, ahora que ya se ha cubierto la mitad del descenso previsto. En paralelo, los mercados ya tienen la experiencia de que los temores de la OMS sobre el alcance de una nueva mutación no se materialicen, como ocurrió el pasado verano con la cepa británica de la variante Delta. Existen, por tanto, razones de peso para evitar el pánico, aunque los inversores deben también evitar el error opuesto que supondría caer en la complacencia. La variante sudafricana del Covid llega en un momento muy delicado.
No hay razones para el pánico, pero el inversor debe ser cauteloso ante la acumulación de lastres para la recuperación
La incidencia acumula varias semanas de incrementos en Europa, a lo que se suma la inminencia del invierno y de las masificaciones navideñas, junto con la pérdida de eficacia de las vacunas administradas desde mediados de año. El alcance de la sexta oleada del virus en los inicios de 2022 amenaza con ser mayor de lo previsto, al tiempo que siguen sin solucionarse los problemas, en especial la alta inflación y los problemas de suministros, que acosan a la recuperación desde su inicio