
Las cifras del mercado laboral de agosto alimentan un triunfalismo que resulta urgente moderar, sobre todo, considerando el estado de las afiliaciones. No sólo debe recordarse el efecto distorsionador que se deriva de las 272.000 personas que cotizan pero están en Ertes.
También debe destacarse el deterioro del régimen de autónomos. La crisis motivó un auge de los trabajadores por cuenta propia de los que una parte significativa no sobrevivió al verano. Así, un 12% de los nuevos autónomos registrados en los últimos 15 meses se dieron de baja en la Seguridad Social el pasado agosto. Todo apunta a que un número creciente de personas que optaron por el autoempleo para superar la crisis tiraron la toalla y están abocadas a engrosar las cifras del paro.