Opinión

¿Quién se parece más a Nerón?: ¿el BCE o las criptomonedas?

Las criptos representan el rechazo de la población a los excesos bancarios

Decir que el éxito de las criptomonedas se debe a la desconfianza en los bancos centrales es probablemente exagerado. Mucha gente que invierte en criptos ni siquiera sabe cuál es el papel de los bancos centrales en la economía. Lo que sí creo que hay es una desconfianza generalizada en la banca, incluyendo los bancos centrales, que ayuda al desarrollo de las criptomonedas.

En mi opinión, la mayor parte de su éxito se debe a que es una idea que se vende sola. Además, es de esas ideas que aparecen justo en el momento adecuado. ¿Qué puede ser más atractivo que una moneda digital en plena revolución digital? Y que encima se llama cripto. No puedo imaginar un nombre mejor elegido. Y lo mismo se puede decir del Bitcoin: es un nombre perfecto para este momento y esta era.

Pero no se trata solo del "marketing natural" -o innato- de la idea. Es también la representación perfecta del rechazo de la población a los excesos bancarios. Comisiones abusivas, "trilerismo" en la venta de productos, escándalos de diversa índole, etc. Además, es una idea rabiosamente tecnológica en un mundo que adora la tecnología y a sus mitos, igual que en otras épocas se mitificaba a los guerreros, los mercaderes o los barones industriales.

Las criptos son la representación del rechazo de la población a los excesos bancarios

Vaya por delante que no tengo nada en contra de los frikis tecnológicos y menos todavía de las criptomonedas. De hecho, lo más probable es que el día que estén adecuadamente supervisadas y ofrezcan el mismo grado de transferencia que otros activos, las recomendemos. Y no solo como divisas (a efectos de inversión o diversificación), sino por su, en mi opinión, mayor atractivo, que es ser reserva de valor que protege contra los excesos de los bancos centrales.

Ciertamente las criptomonedas están siendo objeto de un alto nivel de especulación, otro de los motivos por los que todavía no trabajamos con ellas. Pero se nos olvida cuál era la volatilidad del dinero en sus inicios. O los niveles de inflación. Y a lo que estamos asistiendo es a los inicios del dinero digital. Poco "desmadre" veo en el Bitcoin - moneda digital - si lo comparamos con lo que hacía Nerón con las monedas romanas, a las que, a la chita callando, les iba quitando oro y sustituyéndolo por otras cosas, para así poder fabricar más. Como hacían todos los "banqueros centrales" de la antigüedad para financiar lo que se les pasará por la cabeza a sus reyes.

De hecho, ahora que hablamos de cómo "ampliaba" Nerón la oferta monetaria en el Imperio Romano, me surge una duda: ¿a este paso, quién puede llegar a ser más peligroso desde esa perspectiva? ¿El Bitcoin o los bancos centrales? El Banco Central Europeo sigue imprimiendo dinero, con la excusa de hacer frente a una pandemia que ha perdido muchísimo efecto económico. Y lo hace mientras delante de sus narices aumenta la inflación. Se ve a la legua que ya no se trata de la pandemia, sino de financiación barata para los políticos de la eurozona. Exactamente igual que los responsables del tesoro público con los reyes de la antigüedad. ¿Y qué me dicen del Banco Central de Japón, que está en modo QE eterno? El QE, que es una herramienta temporal para situaciones extraordinarias. Menos mal que la Reserva Federal parece que se plantea reducir la fabricación de billetes, porque, si no, más vale que tengamos pronto una moneda digital que podamos recomendar junto al oro o el franco suizo.

Los bancos centrales pueden acabar siendo los mayores aliados del Bitcoin u otra moneda digital correctamente regulada y supervisada (que no significa depender de los bancos centrales). Por el momento, la mayoría de las grandes instituciones de inversión colectiva internacionales no invierten en criptodivisas, o lo hacen de forma testimonial, pero imaginen el día que estén correctamente supervisadas y se conviertan en alternativa al papel moneda que emiten los bancos centrales. O a sus monedas digitales, que son lo mismo.

Imaginen el efecto de una demanda institucional de ese tamaño sobre un activo relativamente pequeño como es, por ejemplo, el Bitcoin.

Así que si los bancos centrales no quieren que se dispare la demanda de Bitcoin, la solución la tienen en casa: tienen que dejar de imprimir dinero y recuperar la confianza de los inversores. Todo el mundo ha entendido que tenían que luchar contra los efectos de la crisis financiera de 2009 y luego contra los de la pandemia. Pero, a partir de ahora, no hay justificación para seguir fabricando billetes a este ritmo y, si lo hacen, los inversores preferirán criptomonedas a papel mojado.

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