Opinión

¿Está preparado el sector logístico para la transición hacia una energía verde?

Los centros logísticos pueden convertirse en centros energéticos

Las cosas cambian rápido cuando se trata de utilizar fuentes de energía verdes o renovables. Quizá, el cambio más representativo hoy en día es el de los coches eléctricos. También cabe mencionar el progreso generado en los camiones eléctricos, pero en este campo los cambios son más lentos por ahora. La gran dependencia del sector logístico con los camiones diésel, hace que sea más complicado el cambio hacia combustibles renovables.

La buena noticia es que existen innovaciones en el sector logístico que pueden cambiar esa dependencia. Los almacenes pueden contribuir a aumentar los progresos en términos de energía verde.

Edificios ideales para generar energía solar

Los almacenes se caracterizan por tener amplios espacios a la hora de generar energía de bajas emisiones mediante paneles solares. Los almacenes pueden producir suficiente energía para satisfacer sus propias necesidades operativas y además seguir disponiendo de energía que puede distribuirse para otros usos. Sin una solución para almacenar esa energía sobrante, la mayoría de los almacenes no utilizan más del 10% o 20% de la energía que producen, destinada en su mayoría a iluminación, calefacción y aire acondicionado.

Pero los centros logísticos no son simples edificios con amplia superficie disponible en sus tejados. Son centros de distribución con un flujo de vehículos continuo, que llegan a lugares situados a distancias muy diversas. ¿Es posible utilizar su ubicación estratégica para producir y distribuir energía renovable y promover la transición hacia el uso de energías verdes? Los centros de distribución pueden llegar a convertirse en centros energéticos.

Las baterías no son la única solución, el hidrógeno puede ser parte de ella también

Para llevar a cabo esta transformación, las baterías eléctricas no pueden ser la única solución. Tienen un alto coste de producción y utilizan componentes un tanto inusuales que además son difíciles de reciclar. Debido a esto, una solución prometedora podría venir del hidrógeno.

La energía renovable de bajas emisiones producida por la electrólisis del agua puede generar hidrógeno. La electrólisis del agua se basa en utilizar electricidad para separar el oxígeno y el hidrógeno en forma de gas. El gas de hidrógeno resultante puede ser almacenado a presión en camiones cisterna, o comprimido en tanques de gas para ser posteriormente distribuido. Su coste es diez veces menor que el de las tecnologías de almacenamiento para baterías. Además, los vehículos de hidrógeno se recargan más rápido que los que utilizan batería.

Utilizando el poder del hidrógeno

Ya existen casos del uso de hidrógeno en el sector logístico. Ejemplo de ello son las carretillas elevadoras, que llevan utilizando el hidrógeno desde hace más de 10 años. Además, hay camiones propulsados por hidrógeno, operando con un rendimiento y alcance similar a los camiones diésel.

Instalar estaciones de hidrógeno en centros logísticos de distribución con ubicaciones clave puede ser una solución. Los almacenes pueden convertirse no solo en productores de hidrógeno, sino también en estaciones de repostaje para los camiones. El hidrógeno puede utilizarse en pequeños vehículos de reparto, para distancias cortas en ciudades que estén próximas al centro logístico. Otros vehículos de transporte público como autobuses o taxis también podrían hacer uso de esa hidrogenera, generando un ecosistema energético local.

Este modelo económico y sus beneficios para el entorno, no solo afectan positivamente a las actividades logísticas, sino que también propicia la creación de un ecosistema de partners locales. Por ejemplo, se puede aprovechar el hidrógeno no solo para el uso propio e interno, sino también para socios locales como empresas de recogida de residuos, taxis o empresas de transporte público.

El sector logístico está preparado para una cadena de suministro sostenible

Lejos de estar en última posición, los operadores logísticos se están anticipando a los cambios necesarios e investigando cómo transformar el sector de altas emisiones a uno de cero emisiones. Soluciones como el proyecto H2Hub muestran la importancia de la descarbonización de las actividades del sector.

Solos no podremos llegar muy lejos, pero en compañía podremos cambiar el mundo. Fomentando la asociación con clientes, start-ups y consumidores, podremos generar un cambio. Juntos podemos aumentar la concienciación hacia un nuevo consumo. Vamos a crear una cadena de suministro comprometida con el medioambiente y más social, desde las actividades de almacenamiento hasta las de distribución final.

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