
El Índice Compuesto de Indicadores Económicos de la OCDE se ralentizó en España el pasado julio. Éste es el instrumento que permite al club de los países desarrollados seguir con más precisión la coyuntura de sus integrantes y, en el caso español, se quedó en 99,7 puntos.
Sin duda, debe matizarse que se encuentra en la frontera de las 100 unidades que indica expansión; además, un único mes no permite extraer tendencias. Con todo, son ya varios los síntomas de que las recuperación no está cumpliendo las expectativas previstas para este verano.
Basta con recordar la revisión a la baja que el FMI aplicó al avance del PIB español en 2021. Factores como la quinta oleada del virus y el avance de la inflación están ya pasando factura a la economía de nuestro país.