Opinión

Cisma en el fútbol europeo: el color del dinero

La llegada de la pandemia también ha transformado el mundo del fútbol

Como en tantas otras facetas de nuestras vidas, en el fútbol puede hablarse de un antes y un después de la pandemia. El fútbol se ha ido consolidado como una industria social de primer orden y el dinero que genera no únicamente ha de contemplarse desde la perspectiva exclusiva de los propios clubes de fútbol sino en el conjunto de operadores, agentes y negocios vinculados directa e indirectamente con el fenómeno futbolístico. A veces, cuando hablamos de turismo deportivo identificamos como tal el turismo propiamente futbolístico. Los grandes partidos, al igual que, salvando las diferencias, otros que no gozan de tanta visibilidad por el menor empaque de los clubes en disputa, mueven aficiones, audiencias en las retransmisiones televisivas, la atención de medios de comunicación y empujan al sector servicios: viajes, hostelería, restauración, comercio, cultura…

Si todo cambia, el romanticismo del fútbol de barrio de antaño ha dado paso a la omnipotente industria del fútbol, que busca su fuente de inspiración en el modelo estadounidense de gestión del negocio del deporte. En la temporada 1978/79, la primera del mandato presidencial de Josep Lluís Núñez en el FC Barcelona, los ingresos del club ascendieron a 6 millones de euros, que entonces eran 1.000 millones de pesetas. Lo que en el argot se calificaba como de ingresos típicos, los procedentes de socios, abonados y taquillaje, representaron en aquella temporada el 87% de la facturación del club, mientras que los tildados como ingresos atípicos, que eran los correspondientes a televisión, marketing y competiciones, aportaron el 13%.

Años después, en la temporada 1989/90, con la irrupción de la televisión y el auge cada vez mayor de los patrocinios deportivos, el 60% de los ingresos del Barça tenía su origen en las cuotas de socios y abonados y el 40% restante en derechos de televisión, contratos comerciales y competiciones. En la temporada 1999/2000, la última de Núñez como presidente del FC Barcelona, la composición de los ingresos se había transformado: solo el 24% de los mismos se obtenía de las cuotas de socios y abonados y el 76% de los restantes conceptos indicados. En ese ejercicio el Barcelona facturó 119 millones de euros.

En las temporadas siguientes, el peso de los ingresos por televisión, comerciales, marketing, patrocinios, merchandising y otros, junto con las competiciones, ha sido cada vez mayor y en la temporada pre-pandemia, la 2018/19, el 93% de la facturación del Barça, que sumó 854 millones de euros, procedía de tal fuente, con las cuotas de socios y abonados relegadas a únicamente el 7%. Una pequeña variación se observa en la temporada de la pandemia, 2019/20, cuando el club azulgrana suma unos ingresos de explotación de 730 millones de euros, de los cuales el 8% corresponde a socios y abonados y el 92% a las restantes fuentes.

¿En qué medida ha afectado la pandemia a los grandes clubes europeos? Los treinta primeros clubes en el ranking de ingresos "Deloitte Football Money League" facturaron en la temporada 2018/19, 11.181,5 millones de euros, descendiendo en la 2019/20 a 9.793,3 millones. Y más concretamente, la facturación de los clubes calificados como los Top 20 que en 2018/19 se cifró en 9.283,1 millones de euros en 2019/20 se redujo a 8.185,5 millones. Precisando un poco más, si en 2018/19 los Top 20 ingresaron por matchday 1.492,3 millones de euros, por televisión 4.111,7 millones y por el capítulo comercial 4.111,7 millones, en la 2019/20 tales percepciones fueron, respectivamente, de 1.232,2 millones, 3.174,3 millones y 3.778 millones.

Los clubes crean su competición para desarrollar su potencial de crecimiento

En la temporada 2002/03, cuando el AC Milan ganó la Champions League en la final celebrada en Manchester a la Juventus FC, partido que acabó con empate a cero y que se resolvió desde el punto de lanzamiento de los penaltis, con Real Madrid e Inter de Milán como semifinalistas, los Top 20 facturaron en conjunto 2.796 millones de euros. En la temporada 2019/20, en la que el Bayern de Munich se impuso en la final de Lisboa al Paris Saint-Germain por 1-0, los ingresos de los Top 20 fueron los mencionados 8.185,5 millones. El cambio en la composición de la facturación de los grandes clubes europeos de 2002/03 a 2019/20 es significativo: el matchday ha pasado de aportar el 28% al 15%, la televisión del 41% al 39% y los comerciales del 31% al 46%. El fútbol, por ende, va perdiendo su inconfundible y original aroma de barrio, su carácter local, y amplía sus horizontes globalizándose y convirtiéndose en una robusta industria. Cosa distinta son las finanzas de los clubes de fútbol europeos que, pese a mejorar, aun ofrecen desajustes en casos concretos.

La fuente de inspiración es el modelo estadounidense de gestión del deporte

Ahora, varios de los grandes e ilustres clubes europeos lanzan su proyecto de Superliga europea, al margen de la FIFA, UEFA y Ligas nacionales. Esos clubes han visto mermados sus ingresos y sus gastos son relevantes. Hay que cuadrar los números y asegurar un flujo de dinero anual. Conscientes, esos clubes, de que son protagonistas por excelencia del más admirado fútbol europeo buscan su propia competición para desarrollar sus potencialidades de crecimiento de facturación en la explotación de derechos televisivos y comerciales, además de mejorar las recaudaciones en sus estadios. E irrumpe el cisma con la FIFA, UEFA y Ligas nacionales. Aparece financiación estadounidense para ese proyecto europeo. Se enfrentan sendos modelos. Las ligas europeas son pasión en estado puro; la Champions, emoción a raudales; la Europa League, el teatro de los sueños…, pero la vis pecuniaria abre una opción radical para grandes e históricos clubes que deslumbran en el palmarés de la Europa futbolística. Veremos cómo acaba este interesante partido, en el que está claro que el color del dinero envuelve el balón o tal vez prevalezca la genuina pasión futbolística.

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Comentarios 1

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forrest gump
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Como usted bien dice D. José María la clave esta en los ingresos de los grandes club, si el porcentaje de socios y taquilla es ridículo esta claro que pueden con facilidad sustituirlo por el incremento del resto de ingresos.

Supongo que los socios deberán empezar a considerarse accionistas, también mi bola de cristal me dice que es muy fácil que terminemos viendo el REAL MADRID en Andorra, el ATLETICO DE MADRID en Gibraltar y el BARCELONA en Mónaco

Puntuación 8
#1