Opinión

Mentiras, turismo y galofobia

Los ataques a Madrid por la llegada de turistas galos, otra muestra de falsedad para el autor

Traía recientemente a estas mismas páginas las palabra del prestigioso dramaturgo norteamericano Tennessee Williams cuando afirmaba que, "lo único peor que un mentiroso es un mentiroso que también es hipócrita". Cita que viene también como anillo al dedo para definir lo que está ocurriendo con esa campaña orquestada para dar una patada a Isabel Díaz Ayuso en el culo de los turistas franceses, cuando la Comunidad de Madrid no tienen competencias sobre el aeropuerto de Barajas, convertido en un coladero de extranjeros, y del que los únicos responsables son Pedro Sánchez y el Ministerio de Transportes con su titular, José Luis Ábalos, al frente.

Una campaña tan calumniosa como falsa si se comprueba que Madrid es hoy sólo la séptima comunidad autónoma en recepción de turistas franceses en España. Y qué nada dicen Sánchez, Iglesias y demás charanga de los miles de franceses que proliferan por las ciudades y las playas de Cataluña, País Vasco, la Comunidad Valenciana o los archipiélagos canario y balear, muchos más numerosos que los de Madrid. Los franceses y los de otras nacionalidades especialmente los alemanes y británicos.

Maniobra esta también de irresponsable difamación y desprestigio de nuestros vecinos del norte a los que se equipara injustamente con los hooligans británicos y se acusa de borrachera y desenfreno con la que están generando una injusta galofobia y que podría derivar en tensiones diplomáticas y en el éxodo de los turistas franceses hacia otros destinos donde les respeten y los quieran más, en perjuicio de la imagen exterior de España y de los ingresos de nuestra primera industria.

La campaña contra Ayuso por la llegada de turistas franceses es falsa y calumniosa

Claro que, quienes esto dicen, desconocen o se olvidan de que Francia fue el primer país emisor de turistas hacia España en el año negro de 2020, con más de 3.877.000 visitantes, por encima de los 3.173.000 del Reino Unido y los 2.410.000 procedentes de Alemania. Mientras que, en 2019, antes del COVID, era el tercer país emisor con 11,1 millones de turistas. En ese último año el gasto medio de los turistas franceses que viajaron a España superó los 680 euros, lo que les coloca en el pódium del gasto de los visitantes extranjeros.

Hasta la ministra de Industria, Reyes Maroto, que también lo es del turismo, aunque no lo parezca, y que hasta ahora destacaba tanto por su moderación como por su inoperancia, se ha sumado a lo grotesco y la falacia al afirmar que "lo que estamos viendo en Madrid no ese está viendo en otros puntos que también son muy turísticos". ¡Qué Dios la conserve el oído¡, porque la vista…

Y es que, a veces, y cada vez con más frecuencia, da la impresión que estos políticos que deberían dirigirnos son, se hacen tontos o se creen que lo somos los demás, como ocurre con Pablo Iglesias y ese portavoz del sindicato de manteros y miembro de las Asociación de los Sin Papeles que ha sido su fichaje estrella.

Un personaje este Serigne Mbayé que, con todos mis respetos para su persona, si algo va a mover es el voto masivo de la Policía Municipal y de los comerciantes hacia la candidatura de Isabel Díaz Ayuso y del PP.

Recordar que este portavoz de los manteros fue uno de los más destacados a repudiar y culpabilizar a los municipales madrileños de la muerte del vendedor ambulante senegalés en situación irregular, Mame Mbayé, en 2018, que falleció por un paro cardiaco tras un control rutinario y sin presiones, amenazas o agresiones de los agentes, y que motivó una campaña de movilizaciones, insultos y descalificaciones contra la policía local orquestadas por los podemitas.

Pero lo más sorprendente de este asunto, si es que en la política española aún queda margen para la sorpresas, es que este candidato de UP a la Asamblea de Madrid, declaraba sin reparos ni pudor que se presentaba para aumentar y mejorar los servicios sociales de la Comunidad. Y lo dice como si el resto de los ciudadanos no supiéramos que los servicios sociales, en Madrid y en cualquiera tierra de derechos, los servicios sociales se financian con impuestos.

Precisamente con esos impuestos que no pagan los manteros mientras perjudican con su competencia desleal el negocio de los comerciantes legales, que si pagan los tributos que les corresponden, y muchos de los cuales se han visto obligados a echar el cierre de sus establecimientos. ¡Nos lo expliquen!

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