
Según Aristóteles, el termino credibilidad (Ethos) tiene dos componentes clave: la confianza y la competencia, y ambos dependen tanto de factores subjetivos de percepción, como objetivos del mensaje o la fuente de dicha información.
Bajo mi modesta opinión, sumada a la crisis sanitaria y económica, en España tenemos una galopante crisis de credibilidad. Credibilidad en las previsiones, credibilidad en las informaciones, credibilidad en las medidas y credibilidad en su adecuada y coherente ejecución.
El comercio, el turismo y la hostelería representan en nuestro país en torno al 22% PIB, donde además y debido a las peculiaridades de nuestra estructura económica, pymes y autónomos suponen en 99,88 del total del tejido productivo.
Si añadidos que la crisis no es local, sino global, y que los países de procedencia de nuestros turistas no están mucho mejor que nosotros (un 20,45% de turistas franceses, un 16,74% de turistas británicos y un 12,72% de turistas procedentes de Alemania), tenemos la tormenta perfecta para la economía y el empleo en nuestro país.
Cómo no, los hechos llevan meses aconteciendo: bajada drástica de la actividad y la facturación de forma sostenida en el tiempo, falta fluidez en el acceso a la financiación, duras restricciones a la actividad, ausencia de medidas fiscales de impacto y la inexistencia de medidas de ayudas directas a pymes y autónomos.
Por si fuera poco, los autónomos ven cómo este año 2021 subirá su cotización a la Seguridad Social (medida aprobada, pero aplazada por el Gobierno hasta junio de este año) y es seguro que también la base mínima a de cotización en cuando se actualice el Salario Mínimo Profesional. ¿Acaso no es suficiente con el hecho de que casi el 85% de los autónomos haya visto sus ingresos caer?, lo que equivale a 60.000 millones de euros de pérdidas en 2020 (según el VIII Barómetro de ATA).
Es cierto que tenemos en la mesa un Plan de Rescate a la hostelería y el turismo por valor de 4.220 millones, pero también es cierto que sólo con tímidas rebajas fiscales, moratorias de pagos y a la Seguridad Social, o con avales ICO… no es suficiente.
Además de la económica y sanitaria, tenemos una galopante crisis de credibilidad
La pyme y los autónomos españoles (por extensión todo el colectivo empresarial) necesitan previsibilidad en las medidas, en los planes y en las acciones, adoptadas por una u otra administración. Esto es lo que les ayuda a tomar decisiones acertadas para sus empresas, por ende, buenas para la economía y el empleo en nuestro país. Por ello, no sólo rapidez y concreción son necesarias este tipo de situaciones, sino además, apoyo decidido y sostenido en el tiempo y medidas contundentes que prevean males mayores. ¿Será por ello que países como Alemania mantiene determinadas medidas hasta diciembre de 2021? ¿Será por ello que gran parte los países europeos han desarrollado planes específicos de contingencia, incluyendo ayudas directas y contundentes para determinados sectores y colectivos?
Con tímidas rebajas fiscales, moratorias de los pagos y avalas ICO no es suficiente
Medidas como la reducción de trabas administrativas, o la bajada de la cotización a la Seguridad Social en función de la caída de la actividad, entre otras muchas, harían que mas "fácil" la supervivencia de un tejido empresarial que no deja de recurrir a la financiación para sólo sobrevivir (en torno a un 43% de los autónomos han solicitado algún tipo de financiación y reconocen hasta en un 67% de los caos que no podría soportar un segundo confinamiento total).
Es decir, necesitamos un plan integral, completo y decidido.
En el resto del vecindario, en Europa, las cosas son bastante diferentes. De hecho, según un informe de la Comisión Europea, España es el único de las grandes economías europeas en no crear una línea de ayudas directas a las empresas de nuestro país.
Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda… desde los 300.000 millones de euros del Gobierno Francés, a los más de 750.000 millones de euros de la administración alemana, o los hasta 10.000 euros para local de hostelería en el caso del Gobierno de Reino Unido. La gran mayoría de las economías europeas han puesto en marcha, desde mediados del pasado 2020, planes de contingencia y apoyo directo y decidido para su tejido empresarial.
Viéndolo con perspectiva europea está claro que algo diferente hay que hacer en nuestro país para reconducir la situación. Si no es así, los efectos sobre la economía y el empleo en España a medio y largo plazo, superarán todas las previsiones.
¿Qué hacemos? ¿Vamos a trabajar en ganarnos la credibilidad, no sólo de los empresarios españoles, sino de toda Europa?