
Cada día me parece más acertada la frase de que lo mejor que pueden hacer los políticos es no molestar. Evidentemente alguien tiene que ordenar el funcionamiento general de la sociedad, hacer las leyes, que se cumplan y garantizar los servicios fundamentales, pero es que, en cuanto salen de ahí, solo traen problemas.
Las elecciones norteamericanas son un ejemplo muy claro. En realidad da más o menos igual quien gane. Biden no es un radical de izquierdas y los resultados económicos y bursátiles de Trump han sido muy buenos y podrían seguir siéndolo (en temas ideológicos no entro, que no es mi negociado).
Lo mejor que pueden hacer los dos candidatos es no molestar a la recuperación
Lo ideal para las bolsas sería que se hubieran quitado de en medio lo antes posible y que quien ganara se pusiera a trabajar, especialmente en aprobar el nuevo plan de estímulo económico. Pero han conseguido polarizar de tal manera a la sociedad - y esto no es casual, los políticos actuales viven de generar conflicto – que finalmente se ha dado el peor de los resultados posibles. Unos resultados tan ajustados que no solo no son asumidos por los candidatos, es que pueden acabar en los tribunales.
La mala noticia es que nos quedan como mínimo varios días de tensión, aunque, ojo, los votos por correo, que son los que quedan por contar, son muchos más que en otras ocasiones, por el miedo al virus. Podría producirse un vuelco en las próximas horas, y sería lo mejor para el mercado. Pero considerando el nivel de polarización, es más probable que haya que contar hasta la última papeleta. Y hay estados que tienen hasta tres días para contar los votos por correo.
La buena noticia es que ya tenemos un precedente y que hubo una solución. Fue la elección que enfrentó a Al Gore y George Bush, en la que al final Gore aceptó la derrota. El problema es que, mientras tanto, se retrasa todo lo importante, empezando por la aprobación del plan de estímulo. Pero lo habrá. A ver qué representante del pueblo se atreve a poner impedimentos a la ayuda que permitirá a los ciudadanos y las empresas sobrevivir en medio de la pandemia y los confinamientos.
Mirando a medio plazo, tampoco parece buena idea vender bolsa norteamericana. Si en el corto plazo el plan de estímulo es mucho más importante que quien gane las elecciones, a medio plazo la clave está en el calendario de vacunación, especialmente el de la población de riesgo. El día que se haya conseguido vacunar a toda la gente que, sea por edad o por patologías previas tiene más riesgo de acabar en el hospital o en la UVI, bajará la presión sobre los hospitales, lo que permitirá a los políticos relajar los confinamientos. Y si la economía norteamericana ha sido capaz de recuperarse casi en V gracias a su alto grado de digitalización, dinamismo y pragmatismo – allí no necesitan discutir si el teletrabajo es bueno o malo -, qué no hará cuando se relajen las restricciones.
Cada vez parece más claro que esa vacunación de la población de riesgo se producirá en los primeros meses del año que viene y es obvio que no se tarda lo mismo en vacunar a la población de riesgo que a toda la población. Estas cosas las saben los inversores o se irán dando cuenta y, por lo tanto, lo irán descontando en las cotizaciones.
Otro dato que no se está valorando suficientemente pero que muestra la capacidad de adaptación y resistencia de la economía norteamericana son los resultados empresariales. Los del tercer trimestre ha sido mucho mejor de lo esperado, o mejor dicho, mucho menos malos de lo que esperaban los analistas. Muestran una capacidad de adaptación de empresas y consumidores que irá a más, pues, como dijo Darwin, el hombre no es el rey de la naturaleza por su inteligencia, sino por su capacidad de adaptación. Lo de la inteligencia queda probado viendo a los políticos (y no solo en Estados Unidos), lo de la capacidad de adaptación lo estamos viendo con ocasión de la pandemia.
Lo importante no son los políticos sino el plan de estímulo
Así que si tiene fondos de inversión que invierten en renta variable norteamericana, no los venda. No deje que los políticos le hagan perder dinero. Ellos no son lo importante, lo importante es el plan de estímulo, la política monetaria de la Reserva Federal y la actitud que tomen los consumidores norteamericanos según vaya ganando terreno la raza humana y perdiéndolo el virus. Y nosotros pensamos que, aunque a corto plazo los políticos y la política seguirán creando problemas, a medio plazo los factores realmente importantes juegan a favor de la bolsa norteamericana.