Opinión

Medidas económicas frente al coronavirus

La crisis desatada por el coronavirus obliga a tomar medidas para paliar el impacto en las empresas

En primer lugar quiero resaltar que nos enfrentamos a una crisis sanitaria sin precedentes y que la prioridad esencial en estos momentos debe centrarse en la protección de la salud de los ciudadanos y de los servicios sanitarios necesarios para su atención. No tenemos que tener la más mínima duda de que la ejemplar respuesta que ya está demostrando la sociedad civil nos ayudará a superarla con éxito.

Pero esta crisis ya muestra un significativo impacto sobre la economía, por sus efectos simultáneos sobre la oferta y la demanda y, por tanto, sobre la sociedad. Provocará una rápida e intensa caída de la actividad que pondrá en riesgo la sostenibilidad de negocios y empleos durante un período de tiempo aún difícil de determinar. Las empresas necesitan disponibilidad de financiación para superar esta etapa y flexibilidad para mantener sus plantillas. No podemos permitirnos una crisis de liquidez y solvencia que se transmita a todo el sistema productivo.

Tras un momento de dudas iniciales, el Banco Central Europeo ha reaccionado con un plan de compra de activos por 750.000 millones que permitirá atender a las mayores necesidades de liquidez del sistema productivo en las próximas semanas, contribuyendo a reducir las primas de riesgo. Es necesario ahora asegurar que esa inyección de liquidez llegue a las empresas para sostener su actividad durante los momentos difíciles, preservando las constantes vitales del sistema productivo.

El teletrabajo y la digitalización son tendencias que deberíamos haber adoptado ya

La línea de avales con garantía del Estado por 100.000 millones de euros anunciada por nuestro gobierno es una buena noticia y debería entrar en funcionamiento lo antes posible. No supone ahora un aumento del gasto público, y permitirá que el volumen de liquidez extraordinario que ofrece el Banco Central Europeo pueda llegar a las empresas superando los controles de solvencia de la banca comercial. Los restantes 100.000 millones de euros anunciados incluyen solo unos 17.000 millones de dinero público.

Desde el Círculo de Empresarios hemos valorado positivamente las medidas de flexibilización de la normativa laboral aprobadas para que las empresas puedan afrontar esta nueva situación limitando el riesgo de reducción de plantillas, especialmente en el caso de los 4,4 millones de asalariados con contratos temporales. En cuanto a los 3,1 millones de autónomos, las medidas aprobadas parecen insuficientes y deberían ser complementadas próximamente. Estas circunstancias nos recuerdan la importancia de mantener un mercado laboral que funcione con la suficiente flexibilidad para hacer frente a crisis sobrevenidas que podrían saldarse con elevadas tasas de mortalidad empresarial y destrucción de empleo.

La moratoria de deudas tributarias por seis meses contribuirá a mejorar la liquidez, pero exigirá un esfuerzo importante para ponerse al día cuando transcurra ese plazo. Quizá habría que considerar algunas medidas extraordinarias de reducción de impuestos y cotizaciones sociales y, por supuesto, aplazar cualquier iniciativa para aumentarlos. En el ámbito laboral y fiscal el gobierno de coalición muestra así, por las circunstancias, un alejamiento de medidas populistas y un viraje hacia otras más realistas que debería mantenerse en el tiempo.

Las medidas tendentes a favorecer el teletrabajo y la digitalización de los negocios son bienvenidas, nos mueven a anticipar nuevas fórmulas que tendríamos que haber adoptado ya, en contraste con la reciente regulación que obliga a los trabajadores a fichar. También la suspensión temporal de la liberalización de determinadas inversiones directas extranjeras en sectores estratégicos es una iniciativa conveniente ante el desplome de las cotizaciones bursátiles.

Esta crisis no es como la de 2008, es temporal y pasajera. Ya no tenemos un sistema financiero vulnerable ni una burbuja inmobiliaria. La economía se recuperará rápido en cuanto la crisis sanitaria esté controlada y desaparezca la elevada incertidumbre que genera, en un entorno favorable de bajos precios del petróleo.

Pero para acelerar la recuperación necesitaremos medidas de estímulo fiscal para las que algunos Estados miembros estamos sin margen, como desde el Círculo de Empresarios venimos insistiendo. Habría sido muy conveniente contar con un instrumento fiscal europeo. En estas circunstancias difíciles es necesario demostrar con hechos a los ciudadanos europeos y al mundo el compromiso de avanzar hacia una Unión Europea más unida, integrada y solidaria.

Es hora de que todas las instituciones públicas y privadas, todos los ciudadanos, demostremos nuestro compromiso de colaborar en el objetivo común de remontar la situación cuanto antes. Y de que nuestros partidos políticos muestren una capacidad de saber priorizar los intereses generales y de saber llegar a acuerdos, cualidades estas que parecían haber desaparecido en nuestra democracia. Solo así superaremos cuanto antes el impacto de la pandemia y de sus consecuencias económicas y sociales.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky