Opinión

Pensiones: financiación por aclarar

La sostenibilidad de la Seguridad Social, en duda

El nuevo cuadro de previsiones del Gobierno revela cómo, en 2020, el déficit de la Seguridad Social volverá a tener un gran peso en los números rojos del sector público. El 60% del excedente negativo que el Gobierno prevé, equivalente al 1,8% del PIB, será aportado por el sistema público de pensiones.

Es una proporción semejante a la propia de años anteriores que, en el medio plazo, estará en condiciones de alcanzar un hito. Será en 2023 cuando, según las nuevas estimaciones, el 90% del déficit las Administraciones procederá de la Seguridad Social. Esta mayor aportación era hasta cierto punto previsible. La generación del baby-boom se jubilará en los próximos años. Además, estas cohortes de población tendrán derecho a unas pensiones más altas, ya que tuvieron sueldos más elevados que sus predecesores. Con todo, el gasto también se ve impulsado de forma contundente por decisiones políticas tan recientes como revertir la reforma de 2013. Los propios cálculos del Gobierno reconocen que volver a vincular la revalorización de las pensiones al IPC, y aparcar la entrada en vigor del factor de sostenibilidad, son medidas que tendrán un alto coste. Lo que aún no ha sido explicado aún es cómo se financiará el mayor desembolso. Resulta ilusorio pensar que bastarán las cotizaciones sociales. La recaudación por este concepto, pese avanzar ahora a gran ritmo, no basta para enjugar el déficit del sistema de pensiones.

El Gobierno aún no ha explicado con qué recursos se financiarán decisiones como vincular estas prestaciones al IPC

Más difícil será la situación en el futuro inmediato, cuando la creación de empleo se resiente, debido a la desaceleración del PIB y los mayores costes laborales para las empresas. Todo apunta a que será necesario reclamar aún mayores aportaciones a los contribuyentes, por vía de impuestos.

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