Opinión

Sobre los actuales males de la patria

  • Conviene recuperar el mensaje del regeneracionista Lucas Mallada

Un gran geólogo español, Lucas Mallada, fue autor de una famosa obra regeneracionista, que tituló Los males de la Patria y la Revolución española. Ahora mismo, con motivo del inicio del 2020 y nuevos planteamientos políticos -en lo económico, por ejemplo-, ha aparecido un artículo muy interesante de Elvira Rodríguez, Qué nos espera en 2020: retos económicos; y no digamos lo mucho que se ha escrito sobre lo que nos espera en lo político, como puede ser el artículo publicado por Francisco Vázquez, titulado La España traicionada.

Existe una relación evidente entre el planteamiento político de Vázquez y el económico de Elvira Rodríguez, y por eso interesa averiguar enlaces que sirvan para diferenciar entre correlación y causalidad de lo que ahora nos ocurre, y así centrar los males de España; creo que merece la pena hacer algo en ese sentido.

Como una especie de preludio para una investigación de este tipo, nos encontramos, de inmediato, con que tras la Transición, llegó al poder el PSOE, y tras haberlo asumido, ahora se vuelve a iniciar algo así como un proceso repetido. Las dos veces anteriores, como consecuencia de la política

desarrollada, se incrementó el desempleo, a pesar del anuncio previo -lógico en un partido de izquierdas-, de que su propósito inmediato era el de aumentar la tasa de ocupación. Recordemos cuando, en medio de consecuencias de la Gran Depresión de 1930, formuló esa promesa Léon Blum en Francia, y la crisis derivada pasó a mencionarse, como ejemplo, en multitud de manuales de Economía. Por ejemplo, aquello que el profesor Manuel de Torres nos hizo estudiar en Teoría Económica, en el curso 1945-46, en el libro de Jorgen Pedersen, Teoría y Política del dinero, donde, en la edición de Aguilar de 1946, en la pág. 380 se nos explicaba que "el control de los salarios debe forzosamente formar parte de una política que tenga por objeto obtener y mantener pleno empleo". En España, por olvidar esto, de acuerdo con las medidas expansivas derivadas de la mala interpretación de estos planteamientos, y por influencia de Mitterrand, se ignoró el cataclismo que el llevarlo adelante provocó en Francia, debido a lo que Milton Friedman, el gran economista de la Escuela de Chicago, calificó como "un keynesianismo ingenuo". Y ese es el camino, por supuesto nada ingenuo electoralmente, pero sí para el impacto económico, que una y otra vez se convierte en la bandera del socialismo español y no digamos en la de sus aliados.

"Es el Beresina"

Cuando esto fue puesto en marcha por Mitterrand, dio lugar a que su primer ministro le señalase lo que sucedería como consecuencia de ello, con el grito de: "¡Es el Beresina!", la catástrofe napoleónica francesa. Pues bien; nosotros hemos tenido otro Beresina o, si se prefiere, otro "desastre de

Annual" cuando se produjo la mayor caída en el PIB desde 1850 hasta hoy, salvo lo originado por la Guerra Civil (1936-1939) -un significativo dato macroeconómico-, como consecuencia de la política socialista del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Las consecuencias las señalan en Sistema, Abril 2019, Tomas Fernández y Sergio Andrés Cabello, en su artículo "Crisis y educación en España: sobre la equidad y la igualdad de oportunidades". Se inicia señalando que "la crisis sistémica que comenzó en 2008 ha supuesto una drástica reducción de las prestaciones del Estado de Bienestar en España, afectando a algunos de los pilares básicos de las políticas públicas, como la educación, la sanidad y los sociales". Ahora mismo observamos la decisión aplazada sobre ciertas prestaciones de pensiones. He ahí cómo aparecieron más de una vez "Males de la Patria". Como se señala en el trabajo de Tomás Fernández y Cabello, teniendo en cuenta otra aportación de Francisco Pérez y Ezequiel Uriel, en Aspectos de la educación en España 2012, "España se situó entre los países de la Unión Europea a la cabeza del recorte en este capítulo del Gasto Público". Sólo se alteró esa marcha con la llegada al Ministerio de Educación de Méndez de Vigo en el Gobierno de Rajoy, cuando observamos las cifras de la participación de la educación en el PIB, tras la caída citada durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Y este proceso viene de más atrás. Como señaló de modo perfecto Rocío Sánchez Lissen en 1996 -comienzo del Gobierno de Aznar-, inmediatamente pasó a ser visible lo que había ocurrido previamente. Creo que basta con tener en cuenta todas estas magnitudes macroeconómicas expuestas por notables expertos, para poder agregar que la repercusión de equivocadas políticas económicas recaen en las medidas educativas y suponen un duro golpe a la igualdad de oportunidades, máxime cuando parte del rendimiento escolar y académico "está determinado por el origen familiar y socioeconómico". Conviene tener todo esto en cuenta, con la ampliación además del artículo de Jorge Solano y Alvaro Cirie publicado en 2012, en Ekonomiaz, El efecto de las desigualdades económicas en el sistema educativo español.

Se deduce de todo lo señalado que la política socialista, que parecería debiera buscar la igualdad entre los ciudadanos todo lo posible, no lo logró. Y ello fue a consecuencia de su erróneo y sistemático planteamiento de una política económica que actuó en contra de sus programas básicos de igualdad.

Pero hay más consecuencias derivadas de una política que genera caídas en la economía de los ciudadanos. Desde luego, aparte de colaterales enlaces sociológicos, con abandono del hecho de la caída de la natalidad, que se ve acumulada de inmediato con la positiva cifra del incremento de la esperanza de vida -no olvidemos, en este último sentido, que tal gran cambio positivo se inició a partir de 1942 con el Seguro Obligatorio de Enfermedad, que puso en marcha entonces Girón-, genera, como en España ha expuesto reiteradamente Macarrón, muy severos problemas de gasto público. Se observan ya en estos momentos en relación con las pensiones, y si no se abordan dentro del conjunto de la política económica, crearán muy serios problemas dentro de poco tiempo. Nuestros hijos y nuestros nietos heredarán estos nuevos «males de la Patria» . Ello se unirá a otra cuestión demográfica que conviene tener en cuenta.

En este sentido debe tenerse en cuenta que, por un lado, somos el país europeo, no sólo más próximo a África, sino que incluso somos fronterizos físicamente con ella en Ceuta y Melilla, a más de la situación fronteriza en zonas marítimas del Mediterráneo y del Atlántico muy amplias. Simultáneamente, el diferencial de rentas es altísimo. Eso provoca una cuestión migratoria forzosa, sobre la que no se muestran actualmente más que planteamientos ramplones. Es necesario actuar, política y económicamente, en cooperación con el conjunto de Europa, en África y, sobre todo, para paliar el impacto que se augura como obligado en estos momentos, de incrementos del subdesarrollo político, religioso y social de toda África, lo cual inmediatamente afectaría, si no se detiene, a nuestra seguridad. He ahí otro mal que acecha a la Patria.

Cuestiones insoslayables

No se pueden soslayar estas cuestiones que enlazan con la economía de modo continuo, pero que si no se resuelven adecuadamente generarán males continuos. Esto es evidente, y basta para ello observar el conjunto de males que pueden aparecer en el futuro con fuerza y que se muestran en el capítulo de Juan Diez Nicolás, Sociología de la Defensa, en el libro editado por Jesús Rafael Argumosa, Defensa: Estado y Sociedad (Instituto Europeo de Estudios Internacionales, 2018), donde se señala que "desde 1981 a 1985, alrededor de un 50% de españoles opinaban estar dispuestos a defender España en caso de guerra", una proporción similar a la de otros países, especialmente de nuestro entorno geográfico-cultural . Pero a partir del año 2000, la proporción se reduce a un tercio; en 1993 los dispuestos a defender España representaban el 53%, y bajan en 2012 al 28% solamente.

Los motivos para el profesor Diez Nicolás, de este cambio radical son, por un lado, que la opinión pública española comenzó a ser muy negativa, como consecuencia de la observación de una mala situación económica derivada de la acción política, unida a reacciones absurdas de los líderes políticos. Pero, además, la disminución de la disposición "de luchar para defender España surge a partir del año 2000, a causa del creciente sentimiento de identificación con las Comunidades Autónomas, que han ido aumentando su importancia, por la creciente transferencia de competencias desde el Gobierno de España.

Se destacaban en la página 229 las comunidades autónomas de Cataluña, País Vaco, Galicia, Comunidad Valenciana y Baleares. Y esto, además, rompe el mercado, y ello genera inmediatamente daños económicos y con ello se cierra el círculo, porque, conjuntamente, en cada una de ellas, sus dirigentes hacen aparecer la famosa frase iniciada en Cataluña de "España nos roba".

Por todo lo señalado, ¿no ha resucitado la necesidad de mantener ampliamente el mensaje, que parecía ya liquidado, de Lucas Mallada?

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