Red Eléctrica tuvo que asumir su responsabilidad por el apagón que Tenerife sufrió el domingo. No cabe otra posibilidad, al revelarse que hubo un fallo en una subestación de REE.
Pero tan clara evidencia no impide que la empresa se afane en buscar otros culpables y sorprende que los elegidos sean la CNMC y los recortes que planea para las retribuciones en distribución de gas y luz. Más allá de la polémica sobre los efectos de esas rebajas, lo único indiscutible es que no están en vigor, y se hallan en fase de discusión. Resulta descabellado establecer una relación directa entre ellas y lo ocurrido en Tenerife e incluso con apagones futuros. REE debe dejar de buscar chivos expiatorios imposibles y depurar responsabilidades por lo ocurrido en Canarias.
