
El Regulador confía en 'limpiar' dos tercios de las peticiones de acceso por ser especulativasSe reducirá la necesidad de construir nuevas infraestructuras y la empresa cobrará menos
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) plantea aumentar la capacidad de acceso y conexión a las redes eléctricas de un modo significativo en relación a los criterios actuales, reduciendo con ello la necesidad de construir nuevas infraestructuras y disminuyendo, por lo tanto, la retribución regulada de REE, vinculada a los activos que gestiona.
El Regulador de los mercados publicó ayer para audiencia pública cuatro de los 13 borradores de circulares jurídicamente vinculantes sobre los mercados eléctrico y gasista que tiene previsto aplicar a partir del año que viene: la de metodología y condiciones del acceso y conexión a las redes de electricidad; la que regula el funcionamiento del mercado eléctrico y la gestión de la operación del sistema; la de metodología y condiciones de acceso y asignación de capacidad en el sistema de gas natural; y la que establece las normas de balance de gas natural.
En la primera de ellas propone medidas que incrementan la capacidad de las redes y, por lo tanto, reducen la necesidad de construir nuevas infraestructuras.
Así, propone que se pueda instalar potencia complementaria adicional en ciertos nudos, incluso por encima de la aplicación estricta de los criterios de capacidad de acceso, atendiendo a que la generación renovable solar y eólica suele ser complementaria –cuando sopla mucho viento no suele brillar mucho el sol y viceversa–, optimizando la capacidad de las redes y maximizando la posibilidad de hacer proyectos. Eso sí, las instalaciones así conectadas tendrán más probabilidades de que se limite o detenga su producción por razones de seguridad del sistema.
Igualmente el organismo presidido por José María Marín Quemada cree conveniente modificar ciertos parámetros técnicos muy restrictivos –como el límite para la generación no gestionable establecido en el 1/20 de la potencia de cortocircuito de la red– porque están desfasados en relación a las tecnologías renovables actuales, mucho más seguras que cuando se establecieron esas normas, en algunos casos hace tres décadas.
Y también plantea la posibilidad de que las plantas existentes, o proyectos con permisos de acceso y conexión concedidos, compartan sus líneas de evacuación con otros proyectos, con opción a firmar convenios de resarcimiento.
Atacar la especulación
La CNMC pone el acento en la propuesta de Circular en la necesidad de atajar la burbuja especulativa existente en las peticiones de acceso y conexión a la red por parte de los promotores de nuevas instalaciones de renovables, que también gestiona REE.
Según la memoria del borrador normativo, la empresa presidida por Jordi Sevilla tiene 150.000 MW de peticiones de acceso y conexión que han depositado la correspondiente garantía de 40.000 euros por MW, en muchos casos solo para vender el permiso cuando se le conceda, sin proyecto firme detrás.
Para atajarlo, la CNMC amplía las posibilidades de que se ejecute la citada garantía, como modificaciones relacionadas con la declaración de impacto ambiental o variaciones en las condiciones de financiación y desarrollo del proyecto.
Además, exige que las garantías se depositen ligadas a un proyecto específico: en el resguardo de su constitución debe constar a qué proyecto se vincula y varias de sus características, como su tecnología –si es síncrona o asíncrona– su potencia y la identificación del punto donde quieren conectarse a la red. Estos datos no podrán variar en las fases posteriores de la tramitación, so pena de perder el derecho de acceso y conexión.
Ya con la garantía, los interesados en obtener los permisos deben acreditar el pago de los estudios de acceso y conexión, acreditar que disponen de un contrato de opción de compra, alquiler o derecho de usufructo de los terrenos que ocupará la instalación; tener la solicitud, si corresponde, de la evaluación de impacto ambiental; así como el anteproyecto de la instalación, con un notable grado de detalle.
Junto con estas exigencias iniciales, una vez otorgado el permiso de acceso y conexión, los proyectos deben cumplir una serie de hitos que también se aplican a los proyectos en curso en mayor o menor medida. Los que ahora tienen la garantía, pero no han pedido el acceso a las redes, tendrán seis meses para hacerlo y se les aplicará el nuevo procedimiento.
Los proyectos que hayan presentado la solicitud de acceso tendrán 12 meses para presentar el estudio o el informe de impacto ambiental y la petición de la autorización administrativa previa, y 48 meses para presentar la autorización administrativa de construcción.
Los proyectos que tengan los permisos de acceso y conexión disponen de seis meses para obtener el informe de impacto ambiental, 12 meses para la autorización administrativa previa y la de construcción y 48 meses para la autorización de construcción.
La CNMC calcula que con estas disposiciones hasta dos tercios de los proyectos van a retirarse, por ser especulativos. Solo en las redes de transporte se recuperarán 2.500 millones de euros en avales.