
La bolsa europea vivió una jornada aciaga, que se saldó para el Ibex con su mayor caída en 2019 y la pérdida de los 9.000 puntos. Una mengua así sorprende en vísperas de un acontecimiento muy esperado por los mercados. Todo apunta a que hoy la Reserva Federal de EEUU protagonizará su primera rebaja de tipos en 10 años, un recorte que puede llegar incluso al medio punto porcentual.
Es cierto que Europa arrastra sus propios problemas, capaces de compensar en parte el efecto Fed. Los bancos sufrieron nuevas caídas debido a que su temporada de resultados queda empañada por las dificultades que seguirá planteándoles la política monetaria ultralaxa del BCE. En nada ayuda la llegada de Boris Johnson al liderazgo del Gobierno británico, ya que el exalcalde londinense alimenta los miedos con su insistencia en que en octubre habrá Brexit bajo cualquier condición. Pero lo realmente decisivo en la caída de las bolsas fue el modo en que el presidente Trump ensombreció el reinicio de los encuentros entre las delegaciones de EEUU y China para acabar con la guerra comercial. Con sus palabras acerca de las trabas que aún plantea Pekín, Trump confirmó lo que ya se sospechaba desde junio. La tregua lograda en la cumbre del G-20 quedó muy lejos de resolver el conflicto ya que ambas partes no se obligaron a ningún compromiso, en cuanto a plazos y reuniones, para lograr una solución. La guerra comercial sigue plenamente abierta, con un frente que afecta directamente a Europa en el sector automovilístico. En una situación así, el inversor debe mantener la cautela y, a la espera de lo que haga la Fed, considerar que las caídas de ayer pueden ser el preámbulo de nuevos descensos de hasta el 6 por ciento.