La mirada recelosa que despierta la economía china entre los inversores no se debe, necesariamente, a una preocupación per se por su crecimiento a futuro, sino por las implicaciones que tendrá sobre el resto de las economías un avance anual inferior al 7% estimado para el gigante asiático los próximos años.
China, es sabido, es el principal consumidor de materias primas del mundo. América Latina resulta, por contra, uno de los principales exportadores: la mitad del producto interior bruto de la región proviene de la producción y posterior venta de commodities al resto del mundo. La dependencia es tal, aseguran los expertos del Banco Mundial (organismo dependiente de Naciones Unidas), que el 97% de la actividad económica de la zona está concentrada en aquellos países que son exportadores "netos" de recursos básicos como el petróleo, el cobre, el hierro o los vinculados con la alimentación, como los cereales o el café. Y la ecuación resulta bastante sencilla una vez conocido esto: el menor crecimiento de China está provocando una caída de la demanda de materias primas, con el consecuente desplome de su precio (y de las divisas vinculadas a ellas, como el real brasileño), ergo se resiente el beneficio de las firmas exportadoras, en este caso, latinoamericanas...y, por extensión, el de las españolas. Se calcula que un 40% del beneficio de nuestro mercado tiene exposición directa a estos países y, de ahí, la importante descorrelación de nuestra bolsa con respecto al resto de europeas desde el arranque del verano de 2015.
'Golpe' de 45.000 millones
Si bien América Latina ha conseguido reducir su dependencia a las materias primas desde el 86% de la década de los setenta hasta el 50% actual; el impacto sobre sus principales compañías se dibuja ya en las estimaciones de los expertos. La expectativa de ganancias para las firmas que conforman los cuatro principales mercados latinoamericanos -a saber, el Bovespa brasileño, el IPC mexicano, el Merval argentino y el IPSA chileno-se reduce en cerca de 45.000 millones de euros de cara a los dos próximos años, un 26% inferior al beneficio que estimaban los expertos a cierre del primer semestre de 2015, cuando la crisis de la Bolsa de Shanghai parecía ser tan sólo un asunto local.
El mercado brasileño es el más afectado de todos ellos en tanto en cuanto se erige, además, como el más importante. Los analistas han reducido su previsión de ganancias un 31% de cara a este ejercicio y hasta el 27 y 23% en 2017 y 2018, respectivamente. Esto supone que las firmas cotizadas en el índice Bovespa ganarán durante estos tres ejercicios unos 58.000 millones de euros menos de lo esperado en junio del año pasado, hasta los 158.000 millones.
De las grandes firmas españolas, las más expuestas a esta situación son Telefónica y Banco Santander, pues de allí provienen un tercio de sus ingresos, según Bloomberg. Entre sus homólogas brasileñas, la minera Vale, vinculada principalmente con el níquel y el hierro, ha visto cómo los expertos defenestraban su previsión de ganancias para 2016 en un 93%, frente a junio del año anterior, pues han reducido su estimación desde un beneficio de 1.400 millones de euros hasta los actuales 94 previstos para el ejercicio actual. Para Petroleo Brasileiro calculan hoy ganancias de 3.800 millones, un 40% inferiores a lo que se pensaba en el mes de junio.
A la caída del 30% del real brasileño, se suma "la deuda pública del país y una altísima inflación", según HSBC, que seguirán siendo su lastre. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Gobierno de Dilma Rouseff deberá hacer frente a una recesión económica, al menos, hasta 2017.
El índice Merval, tercero por volumen de América Latina, recibe el mayor varapalo. En conjunto, las estimaciones de beneficio para las firmas argentinas se han contraído un 47% para este año frente al pasado junio, hasta los 5.600 millones de euros. Y seguirá siendo así los dos próximos ejercicios, si se toma como referencia un desplome de las expectativas del 38% anualmente. Y eso que ha controlado relativamente bien el levantamiento del cepo cambiario al peso argentino el pasado mes. Dia es el ejemplo de compañía expuesta a la evolución de su economía. A lo largo del año pasado, la presencia de Argentina en sus cuentas ha superado el 20%, por encima de las ganancias que reporta Brasil.
Curiosamente, para Chile y México, los dos países más expuestos a materias como el petróleo y el cobre -de las más castigadas este añ-?, las expectativas de beneficio se contraen alrededor de un 10% los próximos años. Y es que el IPC mexicano es la gran apuesta de casas como JP Morgan en la región para 2016 gracias a su proximidad a EEUU. BBVA es el título más expuesto al país iberoamericano. Representa ya un 40% de sus ingresos.
