A 28 horas de que comience el puente de Todos los Santos, los ciudadanos de Madrid, una semana más, asisten en vilo a que las autoridades autonómicas decidan sobre lo que podrán o no hacer en los próximos días. La reunión que tuvo lugar el miércoles entre los presidentes de las dos Castillas y la madrileña Díaz Ayuso se convirtió en una inesperada bomba de relojería para el Gobierno. Lo que parecía un pacto a tres para el cierre perimetral conjunto acabó con forma de volantazo de la presidenta de Madrid, tal y como ha confirmado esta mañana su homólogo castellano-manchego, Emiliano García-Page. | EN DIRECTO: todos los detalles sobre la evolución de la pandemia
García-Page ha asegurado que, tras la reunión a tres bandas con Isabel Díaz Ayuso y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, los dirigentes de ambas Castillas salieron "convencidos" de que se había llegado a "un acuerdo de fondo" también con Madrid, que pasaba por cerrar hasta el 9 de noviembre. Esta fecha cobra mayor sentido en Madrid, porque incluiría asimismo la fiesta local de la Virgen de la Almudena, que supone un segundo puente.
Todo estaba dispuesto para un pacto y una imagen de coordinación y unidad. Los equipos técnicos de los tres ejecutivos autonómicos llevan días trabajando en ello, y la reunión en Ávila con una comparecencia conjunta suponía la escenificación de aquel acuerdo ante la ciudadanía.
Podemos regular las restricciones por cuartos de hora, pero no tiene base científica y jugamos al desconcierto de la opinión pública
"Alfonso (Fernández Mañueco) y yo salimos convencidos de que había un planteamiento acordado", ha dicho García-Page, quien ha añadido que "si se asume, y la presidenta de la Comunidad de Madrid lo asumió con nosotros, la idea de que la movilidad por cientos de miles de personas supone un descontrol del virus, la discusión de días o semanas es un problema más científico". Sin embargo, Díaz Ayuso decidió un cambio de rumbo instantáneo con la idea de un cierre por días sobre el que desconocía que no era contemplado en el nuevo decreto de estado de alarma, publicado en el Boletín Oficial del Estado desde hace cinco días. "La Comunidad de Madrid se percató de que no se puede regular por días porque la ley establece con claridad que como mínimo son siete días naturales" y es una razón científica porque, según ha explicado, "el virus tiene un periodo de incubación, uno de latencia y uno de desarrollo" y son entre 7 y 14 días;" de hecho los confinamientos que hace Madrid son por 14 días", ha afirmado el presidente castellano-manchego.
Cuando fue advertida de esto por los presidentes de ambas Castillas, Ayuso pergeñó la alternativa de enviar una carta al presidente Pedro Sánchez para requerirle un cambio en la redacción del decreto que le permitiera un cierre a la carta. Eso sí, sin decírselo a los otros dos líderes regionales. Al menos, "no con literalidad", ha señalado García-Page.
Ayuso ofrece su versión sin complejos. Ha explicado esta mañana que, mientras que los presidentes castellano-manchego y castellanoleonés sí apostaban por cerrar las regiones, ella les comunicó que quería buscar una fórmula intermedia para cerrar solo el puente. "Lo dejé en abierto porque yo no les quiero comprometer a ellos", ha dicho en una entrevista en la cadena Cope.
El presidente de Castilla-La Mancha ha subrayado que respeta la decisión de Madrid, pero ha considerado ineficaz y perjudicial la opción planteada: "Podemos regular las restricciones por cuartos de hora, pero no tiene base científica y jugamos al desconcierto de la opinión pública". Además, ha reconocido que "entendió mejor a la presidenta de la Comunidad de Madrid en la reunión que después en la rueda de prensa".
Por su parte, Pedro Sánchez ha adelantado la posición que tomará con respecto a la petición de Ayuso. Fuentes gubernamentales han adelantado que el presidente explicará a Díaz Ayuso que los expertos abogan por extender cualquier medida contra el coronavirus "al menos 7 días" para lograr su efectividad. En el Ejecutivo están convencidos de que "los 7 días" son "lo mínimo" que apunta la ciencia para medir la eficacia de las medidas ininterrumpidas.
La presidenta madrileña continúa creando confusión entre sus ciudadanos tras su aparición pública junto a García-Page y Mañueco, con un mensaje difícil de entender. Esta mañana, Ayuso ha confirmado que sigue valorando si cerrar perimetralmente la autonomía, pero recomienda a los ciudadanos que "salgan lo justo". "Se recomienda, y es lo suyo, que la gente esté lo menos posible en lugares muy frecuentados, que salga lo justo, y que evite realmente lo preocupante que es las reuniones privadas, las fiestas y los entornos universitarios".
Además, ha vuelto a tensar la cuerda con el Gobierno central. La presidenta de Madrid avisa: si no les dan "más opciones", Madrid continuará abierto el puente.
Ayuso se agarra a su modelo de confinamientos "quirúrgicos" y mínimos, basado en zonas de salud, sobre los que asegura "están funcionando". También ha reiterado que "cerrar por cerrar" tiene consecuencias económicas que dirigen a la "ruina".