
La población española podría tener que acostumbrarse a llevar mascarillas en las próximas semanas en la crisis del coronavirus. La estampa, más típica de países asiáticos, tiene visos de convertirse en realidad y, como mínimo, es un extremo que el Gobierno ya se está planteando. Coronavirus, última hora, en directo.
Así lo ha indicado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, que se ha indicado que España ha entrado en una nueva fase en la pelea contra el coronavirus, la que consiste en evitar la propagación de la enfermedad una vez que sus números parecen haberse estabilizado progresivamente.
Simón ha hecho referencia a tomar ejemplo y "aprender" de otras sociedades en las que sus ciudadanos, ante este tipo de situaciones, están acostumbrados a llevar "equipos de protección personal en la medida en que estén disponibles en grandes cantidades".
Cuestionado horas más tarde sobre las afirmaciones de Simón, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha admitido que es un escenario que el Gobierno barrunta y que ve más que posible. No obstante, no ha querido "adelantar" acontecimientos.
La Generalitat de Cataluña ya recomienda el uso de las mascarillas en los supermercados para evitar riesgos
Antes de las intervenciones de Simón e Illa, la Generalitat de Cataluña ya recomendaba en una guía de preguntas y respuestas sobre las restricciones por el coronavirus que la mascarilla podía ser una medida eficaz de protección para salir a hacer la compra.
De acuerdo con el texto de la Generalitat, este método (tapando nariz y boca), junto a guantes para protegerse las manos y el uso de bolsas propias puede reducir el riesgo de contagio de la enfermedad fuera de casa.
Desde que la crisis del coronavirus aumentó de gravedad y expansión, el debate sobre la idoneidad del uso de mascarillas ha estado ahí. En el alero, la posibilidad de que, en un contexto de pocas existencias, que la población comprase significase un desabastecimiento para el personal sanitario.
En ese sentido, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomendó hace unos días la "racionalización" de las mascarillas para que los sanitarios pudiesen usarlas sin que se agotasen. La falta de evidencia de que el coronavirus se propague por el aire era la justificación por parte del organismo internacional.