
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado su informe anual sobre las muertes en España. Durante el año 2018, en nuestro país fallecieron 427.721 personas, un 0,3% más que en 2017. Algunas de ellas, muy a su pesar, lo hicieron de maneras poco frecuentes.
El apartado de las muertes no naturales (las que no se producen por enfermedades) de las estadísticas del INE deja datos curiosos. Por ejemplo, las ocho personas que murieron durante el año por caerse de un árbol. Si esta caída se produjo desde un peñasco, la cifra asciende hasta las 50.
Otras caídas son más numerosas. Las muertes por caída en una escalera llegaron a las 259, mientras que las que tuvieron lugar por "caídas por deslizamiento, tropezón o traspié" llegaron a 62. No hubo, sin embargo, muertes por caídas por hielo o nieve o al ser sostenidos por otras personas, aspectos que recoge el amplio catálogo del INE.
El atragantamiento por alimentos ha dejado este año en España un total de 168 víctimas, mientras que las muertes por atragamiento causadas por objetos diversos ha sido muy superior: 2.318 personas dejaron este mundo por tal razón.
Aunque no ha habido muertes por mordedura de ratas, caimanes, cocodrilos o reptiles, otros animales sí han dejado víctimas. Es el caso de las abejas y las avispas, por cuyo contacto o picadura fallecieron nueve personas.
En algunos apartados, solo una persona rellena con su fallecimiento la categoría del INE. En estos supuestos entran las muertes por ahogamiento en la bañera y por el contacto con utensilios calientes o por "caída por colisión o empujón".
La mayoría de las muertes en España se produjeron por enfermedades cardiovasculares: llegaron al 28,3% del total
Las estadísticas demográficas globales de INE establecen que en España la muerte más frecuente en 2018 fue la que se debió a enfermedades del sistema circulatorio, un 28,3% del total. En segundo lugar se encuentran las causadas por tumores, que representan un 26,4%. Tras ellas, las enfermedades respiratorias, culpables del 12,6% de los decesos.
Las muertes derivadas del sistema circulatorio son las más frecuentes en las mujeres, mientras que la causa de muerte más repetida en los hombres es la de los tumores.
Por comunidades autónomas, las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en Asturias, Castilla y León y Galicia, autonomías tradicionalmente más envejecidas. En el otro lado de la balanza, Melilla, Ceuta e Islas Baleares.