
En cualquier parte del mundo, adquirir un vehículo es una tarea más costosa que complicada. Tras comprobar algunos documentos, superar unos pocos trámites y formalizar la compra, puedes conducir tu nuevo coche sin problema. Sin embargo, hay un pueblo de apenas 3.000 habitantes en el que la lista de espera para comprar un vehículo puede alargarse hasta 25 años.
Se trata de Avalon, la única ciudad de Santa Catalina, una isla situada a unos 35 kilómetros de la costa de California. A pesar de estar en uno de los países que más coches fabrican al año, sus habitantes encuentran muchas trabas para conseguir un permiso para tener un automóvil personal, por lo que deciden moverse en carros de golf.
A fondo
Santa Catalina es prácticamente una isla inhabitada, aunque es uno de los principales destinos turísticos de la zona. En sus algo menos de 200 km² destacan las montañas rocosas y prácticamente inaccesibles, los bisontes y Avalon, un pueblo de unos 3.000 habitantes que es la única comunidad de toda la isla.
Este pequeño pueblo es el único de toda California en el que se imponen límites estrictos al número de coches que puede haber en sus calles. De hecho, hay muy pocos circulando por la ciudad y la lista de espera para conseguir una autorización es de más de 25 años. Y es que el permiso se emite individualmente, es intransferible y para conseguirlo hay que cumplir los requisitos exigidos por el consejo municipal.
De hecho, la propia ciudad explica que hay tres tipos de permisos: uno para vehículos residenciales, otro para vehículos comerciales, y otro para vehículos de comercio interior. Dichos permisos se piden por separado, no se pueden comprar ni vender, vencen una vez al año y se deben renovar pagando una tarifa de 50 dólares. Como es de esperar, tampoco está permitido traer un vehículo desde fuera de la isla, y solo se concede un nuevo permiso cuando no se renueva uno ya existente.
Como solución, tanto residentes como turistas conducen carros de golf... pero estos también están regulados. Por ejemplo, no pueden medir más de 130 pulgadas de largo y 55 pulgadas de ancho. Además, en caso de conseguir un permiso hay que tener en cuenta que en la isla no hay gasolineras ni autopistas.