
KTM ha logrado esquivar la bancarrota. La marca austríaca, una de las más importantes de Europa, ha confirmado de forma oficial que ha que ha logrado la financiación necesaria para hacer frente al plan de reestructuración aprobado por sus acreedores.
De este modo, la firma se evita el peor de los escenarios, abriendo una nueva etapa. KTM se ha salvado, sí, pero ha sido un fabricante de origen indio, el cuarto más grande del mundo, quien ha hecho que esto ocurra: Bajaj.
KTM se salva de la quiebra gracias a Bajaj
En un comunicado oficial emitido por la propia KTM en la pasada madrugada del martes ha confirmado que: "En la reunión del plan de reestructuración de hoy, los acreedores aceptaron el plan de reestructuración presentado por KTM AG. Prevé que los acreedores reciban una cuota en efectivo del 30% de sus créditos. Esta cuota de efectivo debe ser pagada por KTM AG al administrador de la reestructuración antes del 23 de mayo de 2025".
La clave de esta operación residía en los 600 millones de euros que KTM debía depositar esta misma semana para cumplir con lo que, judicialmente, estaba acordado. Dicha cantidad servirá para satisfacer a los 1.200 acreedores de la marca, los cuales reclaman más de 2.000 millones.
"Estoy agradecido y feliz hoy. KTM vuelve a la carga. Nuestros empleados han hecho todo lo posible durante los últimos tres meses para garantizar que la carrera pueda continuar. Hoy hemos cerrado un capítulo importante. Pero un solo capítulo nunca cuenta toda la historia. Ahora podemos continuar la gran historia de KTM", decía Gottfried Neumeister, CEO de PIERER Mobility AG, en el comunicado.

A pesar de que KTM no ha querido confirmar de forma directa quién ha puesto el dinero necesario sobre la mesa, todo parece indicar, sin mucha duda, a que se trata de Bajaj Auto.
El gigante indio, poseedor del 49,9% de PIERER Bajaj AG (la sociedad matriz del grupo PIERER Mobility), habría conseguido recientemente un préstamo de 566 millones de euros gracias al respaldo de DBS Bank, JPMorgan y Citigroup. Esta cifra, 'casualmente', coincide con la cantidad que KTM necesitaba y, además, nadie de la marca austríaca ha salido a desmentirlo.
Es un auténtico punto de inflexión para KTM. En marzo, Bajaj inyectó 200 millones de euros para reactivar la producción y dar salida a un enorme stock de motos acumulado desde 2023. Con este segundo movimiento, el gigante indio se consolida como el auténtico salvavidas de la marca austríaca.
Desde finales de 2023, KTM ha sufrido su mayor crisis en décadas. Ha prescindido de más de 1.850 empleados, recortado su presupuesto de I+D, vendido participaciones estratégicas (como su parte en MV Agusta) y visto cómo sus ventas caían en más de 60.000 unidades.
El golpe al balance fue demoledor: en 2024, KTM registró pérdidas de 1.188 millones de euros, según datos de Market Screener. Proyectos emblemáticos, desde la 1390 Super Duke GT hasta las nuevas Super Adventure, siguen sin llegar a los concesionarios.
Incluso el futuro en MotoGP llegó a tambalearse, aunque en enero el director deportivo Pit Beirer descartó un adiós: "Ya estamos trabajando en los planes para el reglamento de 2027".
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