Motor

Probamos el nuevo Mini Cabrio, un deportivo en formato urbano

  • Hemos conducido la versión intermedia, el Cooper S Cabrio, con su motor de gasolina de 204 CV con Turbo.
  • Desde su puesta en el mercado en el año 2004 se han fabricado más de 450.000 unidades del MIni Cabrio en tres generaciones.
El Mini Cabrio es un magnífico capricho para disfrutar al máximo de la carretera y de la ciudad, con un toque de personalidad.

Mini lanza al mercado la cuarta generación del Mini Cabrio, un modelo legendario desde que se lanzó al mercado en una serie limitada en 1992. Con este modelo, disponible en versiones Cooper de 164 CV, Cooper S de 204 CV y John Cooper Works de 231 CV, hemos hecho una primera tomada de contacto en Barcelona.

Mini es ya una marca legendaria, sucesora de aquel pequeño modelo muy urbano y barato desarrollado por Sir Alex Issigonis a mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Pero que con el paso de los años este concepto de coche ha sabido reinventarse, adaptarse a la nueva realidad del automóvil y a las necesidades de los nuevos usuarios del automóvil. Y también al coche eléctrico.

Su salpicadero, como casi todo en este Mini Cabrio, es único en el mercado. No tiene cuadro de instrumentos.

Gracias al empleo de nuevas tecnologías, en su mecánica y en su conectividad, entre otras, se ha convertido en una opción ideal para gente joven. Eso sí, con un cambio importante respecto al modelo de origen: si antes era un coche barato y accesible, ahora es un vehículo más sofisticado, más enfocado en el segmento premium. Un modelo con unidades muy equipadas, lujosos en muchos detalles y con una gran posibilidad de personalización, pero también más caros.

Cuarta generación del Mini Cabrio

Este nuevo Cooper Cabrio, que ahora llega al mercado, se une a las versiones de carrocería cerrada de 3 y 5 puertas a la venta desde el 2024. Tras el relanzamiento de la marca Mini, en 2001, el primer Mini Cabrio se presentó en 2004 y se ha mantenido como un icono de la marca desde entonces. Pero el origen del Mini Cabrio fue el de un concesionario muy atrevido que decidió, por su cuenta, hacer unos pocos Mini con la carrocería normal a la que le había quitado el techo. Fue el precursor del Mini. El éxito fue tal que tuvo que hacer 72 unidades. Un año más tarde hizo más de 100 unidades.

Pero el comienzo real del Mini Cabrio fue en el año 2004 con un coche fabricado en serie en la planta de Oxford del que se llegaron a producir 160.000 unidades. En 2009 se lanzó la segunda generación de la que se vendieron otras 165.000 unidades hasta 2015. Pero en 2012 se completó la gama Cabrio de Mini con un modelo biplaza e igualmente sin techo, el roadster.

475.000 unidades vendidas

Proporciona el dinamismo de un deportivo, eso sí en formato pequeño y con la opción, muy interesante, de poder quitar el techo.

La tercera generación llegó en 2015 y se mantuvo en el mercado hasta el 2023 cuando se terminaron de fabricar un total de 150.000 unidades. Además, se hicieron unas 950 unidades de una variante 100% eléctrica, evolucionada sobre la misma carrocería de tercera generación. Es decir, una variante del Mini del que desde 2004 se han vendido 475.000 unidades.

El éxito de este modelo se basa en su filosofía de producto: un coche de estilo moderno y juvenil, llamativo y también muy divertido en su utilización diaria. Pero sobre todo un modelo muy revolucionario, diferente a todo lo que hay en el mercado. El Mini, además, aporta unas opciones de personalización casi inagotables, lo que permite hacer un coche casi único, un valor añadido.

Un modelo que por sus dimensiones tan reducidas es una forma ideal de moverse por la ciudad de una manera diferente, desenfadada y divertida. Aporta tres aspectos destacables, su estilo tan diferente a lo que hay en el mercado que pueda ser comparable, un equipamiento completo y una conducción muy deportiva.

Interior revolucionario

Un aspecto diferenciador es que no tiene un cuadro de instrumentos tal y como lo entendemos normalmente. No hay nada delante del volante más allá de la tapicería del salpicadero, salvo el head up display proyectado en una plancha delante del parabrisas. Los datos que normalmente encontraríamos delante del volante, velocidad, cuentavueltas, testigo de luces, etc... los tenemos que buscar en la pantalla de la consola central.

Ésta, tampoco tiene nada de normal. No es rectangular, como todas las de los modelos habituales, sino que es redonda y bastante grande, de 10 pulgadas y de alta resolución. En esta pantalla tendremos toda la info necesaria, de velocidad y demás, pero también la del navegador, del equipo de sonido o de la climatización. Todo lo que necesita el conductor lo puede encontrar en esa pantalla.

Es un coche de cuatro plazas, pero las dos traseras son muy justas y agobiantes si circulamos con el techo puesto.

Si hablamos del interior, este modelo está pensado para cuatro plazas. Las traseras tienen poco espacio para las piernas pero son suficientes cuando circulamos con el techo abierto, son razonablemente amplias. Pero si hay que circular, por lluvia o por otra razón, con el techo cerrado, entonces estas plazas son un poco agobiantes.

Plegado del techo en 18 segundos

En cuanto al techo, en principio solo se ofrece de serie el de color negro. Opcionalmente se ofrece uno personalizado con la bandera británica. El plegado y desplegado se hace de forma eléctrica, lógicamente. El tiempo de apertura o de cierre es de 18 segundos. Un detalle interesante es que se puede hacer la maniobra del plegado en marcha siempre que no se superen los 30 km/h.

Nuestra toma de contacto con el modelo la hicimos con lluvia, y por ello no pudimos rodar con el coche descapotado. Eso, que no es lo habitual al probar un modelo Cabrio, nos permitió comprobar lo bien terminado que está este coche. Con la capota puesta se podía circular por autopista hasta 140 km/h sin el menor ruido o vibración. También en este detalle se aprecia que es un coche premium, aunque en formato pequeño.

Llegamos a un tema un poco delicado, el de su maletero. Como pueden comprender es un espacio muy pequeño. En un coche que mide solo 3,88 metros no se pueden hacer milagros en este tema. Cuando llevamos la capota puesta el espacio disponible es de 215 litros. Pero cuando circulamos en modo descapotado, entonces solo quedan disponibles 165 litros. Y si optamos por quitar los asientos traseros, para poder tener más espacio, podemos llegar hasta los 665 litros.

Tras opciones mecánicas, con 163, 204 y 231 caballos, todas ellas con propulsor de gasolina de cuatro cilindros con Turbo.

Por lo que refiere a su gama, hay tres opciones mecánicas pero todas ellas son de gasolina de cuatro cilindros. Y también todos los Mini Cabrio incorporan un cambio automático de siete marchas y tracción delantera. En cuanto a los motores, el Cooper más accesible es el de 163 caballos, por encima el Cooper S con 204 CV y como tope de gama la variante John Cooper Works, de enfoque más deportivo, con una potencia de 231 CV.

Toma de contacto con el Cooper S

En esta presentación internacional del modelo, celebrada en Barcelona, hemos tenido la oportunidad de conducir la variante intermedia de la gama, el Cooper S. Es un modelo muy interesante porque proporciona una muy buena dinámica de marcha en todo tipo de terrenos.

Lógicamente, un Mini está pensado, sobre todo, para su uso en ciudad. Y en este sentido esta versión Cooper S es una verdadera maravilla cuando hacemos una utilización urbana. El coche se mueve con la máxima soltura y agilidad por sus dimensiones, por su elevada potencia y su peso bajo.

Lo que sorprende un poco más es el comportamiento en carretera de este modelo tan urbano. Pese a tener una distancia entre ejes muy corta, la realidad es que en carretera va muy bien asentado. El equipo de desarrollo de este modelo ha hecho un gran trabajo. En las anteriores generaciones, cuando se aceleraba con mucha fuerza era fácil perder capacidad de tracción. Sobre todo cuando la carretera estaba mojada.

El maletero es, como era previsible, muy pequeño, solo 215 litros con la capota puesta y 160 si circulamos descapotados.

Pues bien, en nuestro caso, con esta cuarta generación, había bastante agua en la carretera por las lluvias recientes pero, pese a este detalle, en ningún momento logramos que patinara una rueda al acelerar bruscamente. Su capacidad de tracción es óptima.

Suspensiones firmes pero cómodas

A nivel de su dinamismo, es igualmente magnífico. Las suspensiones son muy firmes, lo que unido a esa altura al suelo tan corta hace que su precisión de guiado sea muy buena. La realidad es que va muy bien, incluso en carreteras muy viradas pero de buen firme por las que pudimos probar realmente el coche. También sus frenos me parecen muy bien calculados para detener con seguridad este coche incluso cuando vamos circulando más rápido de la debido.

El conductor tiene la opción de manejar el cambio automático con las levas del volante. Este cambio, que funciona bastante bien en modo automático, la verdad, al pasar al modo "seudo manual" con las levas se hace muy efectivo e ideal para aprovechar al máximo este potente motor con turbcompresor.

Me ha sorprendido, de verdad, el comportamiento dinámico que tiene cuando apuramos al máximo las posibilidades de este coche y lo ponemos más cerca de los límites. Puede parecer solo un coche muy "mono" para la ciudad y en realidad es un magnífico deportivo en tamaño pequeño. Eso sí, un coche bastante juguetón y divertido de conducir por su distancia entre ejes muy reducida.

La capota aísla perfectamente el habitáculo no solo del agua sino también de los ruidos del exterior.

Solo un pequeño detalle sobre sus modos de conducción. Básicamente son tres, los equivalentes a eco, normal y sport. Pero la realidad es que hay varios modos adicionales que se centran no tanto en su dinamismo como en el confort ambiental o el de calidad de sonido, o el estado emocional del conductor. Solo destacar el modo "go kart" con el que el coche se hace aún más divertido, y también llamativo.

Agentes en lugar de concesionarios

Hay un aspecto importante sobre la llegada del nuevo Mini a la red comercial de Mini. Esta ha cambiado radicalmente. Antes eran los concesionarios los encargados de mostrar los coches, hablar con los clientes y hacer la operación de venta. Desde ahora ya no son concesionarios sino agentes los que tramitan las operaciones.

Eso significa que desde ahora ya no hay opción de buscar un precio más barato en otro concesionario o tratar de conseguir un descuento o algún equipamiento adicional gratis. Desde ahora, todos los Mini tienen un precio fijo sin ninguna opción de descuento o rebaja que no sea el oficial que la marca ponga a todos sus coches.

En venta desde 33.350 euros

El nuevo Mini Cabrio ya está a la venta en la red de agrntrs oficiales de la marca en España. En cuanto a sus precios, digamos que las variantes Cabrio suponen un sobrecoste aproximado de unos 5.500 euros respecto a las variantes equivalentes de motor del Mini 3 puertas.

Estos son los precios fijados por la marca para el nuevo Mini Cabrio en el mercado español.

Mini Cooper Cabrio, 163 CV, 33.350 euros

Mini Cooper S Cabrio, 204 CV 35.850 euros

Mini JCW Cabrio, 231 CV, 43.640 euros.

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