
Renault tiene en el Rafale su modelo tope de gama, un vehículo con tecnologías híbrida e híbrida enchufable sobre la base de un SUV de carrocería coupé y aspecto muy dinámico. Hemos probado la versión híbrida con el acabado más completo, el esprit Alpine.
Después de lanzar el Austral, como su todocamino compacto de nueva generación, Renault inició la comercialización en el mercado del Rafale en 2023. Sobre la base mecánica del Austral aporta una carrocería de tipo SUV coupé, más dinámica, y versiones más potentes de hasta 300 CV para convertirse en el nuevo buque insignia de la marca francesa.
Es por ello un vehículo que se integra en el segmento SUV compacto pero con un enfoque más premium, en el que aporta una avanzada y exclusiva tecnología híbrida. Un sistema que asocia un pequeño motor de gasolina de 3 cilindros con otros dos eléctricos para proporcionar 200 caballos de potencia combinada. También, el hecho de estar fabricado en España. Porque, como un dato importante, tanto el Austral como el Rafale se fabrican en la planta española de Palencia.

El concepto del vehículo de estilo SUV domina desde hace años los mercados español y europeo. De ahí la importancia de este tipo de coches, que ya superan el 50% de las ventas totales en España. Por ello, la puesta en el mercado de un modelo SUV y de medidas intermedias, es decir un compacto algo más grande de la media con sus 4,71 metros, es vital para una marca que quiera tener una posición fuerte en el mercado español.
Desarrollado por Renault
Renault tuvo con el Kadjar su primer modelo en el segmento SUV compacto, pero no fue un modelo con una buena acogida. Renault, que tuvo con el Captur, también fabricado en España, un coche muy interesante en el segmento de los vehículos SUV pequeños, no tuvo entonces una buena opción en los SUV compactos.

Los técnicos de la marca comenzaron a trabajar en el desarrollo de un modelo de este tipo propio de Renault. Fruto de este trabajo surgió el Austral, un coche pensado para la fábrica española de Palencia. El Austral nada tiene que ver con el Qashqai, aunque comparte plataforma con él. Pero nada más. No tiene ni la misma mecánica ni los mismos sistemas de ayuda ni, sobre todo, su tecnología híbrida.
Este sistema híbrido, que fue estrenado en el Captur y posteriormente en el Austral, que aporta la más avanzada tecnología de hibridación, ha sido evolucionado para el Rafale. De hecho, a diferencia del Austral, que tiene opciones de entrada en su gama con un sistema mild hybrid más sencillo, en el Rafale solo está disponible con el sistema híbrido de 200 caballos de potencia como modelo de acceso.
Versión 4x4 de 300 CV
Y como gran novedad, anunciada hace solo unas semanas, una variante híbrida enchufable de 300 caballos y tracción 4x4. En este último caso combina lo mejor de dos mundos, el de un coche térmico con el apoyo de un propulsor eléctrico, pero también la opción de un uso solo eléctrico y por ello sin emisiones directas.
La versión PHEV cuenta con una batería de 22 kWh, lo que le permite una autonomía homologada en modo eléctrico de 105 km. Gracias a ello, y a su bajo consumo consecuencia del eficaz sistema híbrido, permite hacer casi 1.000 km sin necesidad de repostar.

Este Rafale E-Tech 4x4 de 300 CV se ofrece con dos niveles de acabado: esprit Alpine y Atelier Alpine. Ambos cuentan con un gran equipamiento que incluye de serie tracción 4x4 y el sistema de cuatro ruedas directrices 4Control advanced. La versión Atelier Alpine,el tope de gama, estrena un chasis más deportivo y una suspensión adaptativa con cámara predictiva desarrollada junto con el equipo de desarrollo de la división Alpine Cars.
Pero volvamos con el Rafale Hybrid. el objeto de nuestra prueba. Este Rafale destaca por muchas cosas diferentes. Su estilo, y sobre todo su frontal resultan muy elegantes, mientras que esa parte trasera en caída y una carrocería más larga y afilada que la del Austral, le proporcionan un aspecto más dinámico y hasta deportivo. Sobre todo en la variante más potente con tracción 4x4.

Es un vehículo muy equilibrado, en el que todo funciona muy bien. Sobre todo, ofrece un excelente comportamiento dinámico, con una muy buena estabilidad, pese a su mayor altura libre al suelo. Y todo sin renunciar al confort de los ocupantes, aunque en este caso y con los ajustes de su suspensión no ha sido el objetivo prioritario. Creo que Renault ha logrado un coche muy equilibrado y racional, con un estilo deportivo muy interesante.
Pantalla de 12"
En el puesto de conducción encontramos un entorno muy agradable para el conductor. Un cuadro de instrumentos digital configurable, con cuatro opciones de visualización. Y una gran pantalla de formato vertical de 12 pulgadas. Funciona muy bien, de forma intuitiva y con una gran rapidez en la gestión de los sistemas. Y se pueden ampliar aún más la opciones del conductor para informarse del funcionamiento del coche con un gran "head up display".
Un detalle que me parece muy interesante es que en el mismo volante se incluye un selector de modos de conducción, el "multisense". Con ello permite cambiar de modo de conducción elegido en cualquier momento y de forma segura y facilita su uso real. Hay algunos vehículos en los que es tan difícil esta operación que casi ningún propietario lo utiliza.

En cuanto a su palanca de cambios, va situada en el lado derecho del volante. Mediante una palanca como la del intermitente o las luces, permite para seleccionar si queremos ir hacia delante o hacia atrás o activar el modo parking. El lugar habitual de la palanca está ocupado por una bandeja deslizante que cubre un amplio hueco para dejar cosas.
Habitáculo más versátil
Más allá del puesto de conducción, muy bueno, el habitáculo destaca por ofrecer una fila trasera desplazable en sentido longitudinal. Con ello se puede adaptar el espacio en esas plazas y en el maletero a las necesidades de cada momento. Las plazas posteriores son bastante buenas. Y es que aunque está basado en el Austral, su techo en caída no le quita espacio en ningún sentido. Y la sensación de espacio es muy razonable.
En cuanto a su maletero, ofrece un mínimo de 532 litros con los asientos traseros en su posición más retrasada, que pueden superar los 600 si se avanzan. Supone una importante ventaja respecto al Austral con esta misma motorización.

Es un coche que nos destaca por nada, pero que es bueno en casi todo. Su interior es acogedor, el nivel de equipamiento es bastante bueno y su sistema de pantalla ofrece un funcionamiento muy rápido e intuitivo. Pero lo mejor es su aspecto mecánico.
El sistema híbrido de Renault funciona muy bien, es muy eficiente. Combina un motor de gasolina, de tres cilindros, que proporciona 131 caballos y está apoyado por dos motores eléctricos. El coche siempre es tracción delantera y solo el motor eléctrico más potente, de 68 CV, es el que puede mover las ruedas. El otro motor, de 34 CV, solo se utiliza para generar corriente.
Fácil de conducir
Funciona muy bien y su conductor solo debe acelerar y frenar. El propio sistema híbrido se ocupa de activar uno u otro motor, de gestionar una marcha u otra, siempre en busca de los menores consumos. Gracias a ello es muy eficiente. Este modelo, de 4,7 metros y más de 1.500 kg en vacío, tiene un consumo homologado de solo 4,7 litros. Eso en un vehículo como este y con 200 caballos de potencia es una muy buena cifra.

Y si hablamos de consumo real, curiosamente no se dispara mucho si hacemos una conducción normal, sin excesos. En nuestra prueba hemos marcado una cifra en el entorno de los 6.0 litros de forma permanente. Y eso pese a que hemos rodado mucho por carretera y bastante menos por ciudad. El valor homologado en ciudad, gracias a la eficiencia de su sistema hibrido, se reduce hasta 4,1 litros.
Sistema híbrido exclusivo
Me ha gustado su sistema híbrido, pero lo que más me gusta es el comportamiento dinámico del Rafale. El coche mantiene la trayectoria en todo momento, no hay movimientos extraños de la carrocería y su estabilidad es similar a la de un coche de carrocería más baja. Ojo, que estamos hablando de un coche de más de 1,6 metros de altura y con una distancia libre al suelo de 18 cm.
La conclusión que he sacado al probar este modelo es que los técnicos de Renault han hecho un gran trabajo de desarrollo, que en su mayor parte se ha realizado en el centro técnico de la marca en Valladolid. El Rafale es una muy buen alternativa en el mercado de este tipo de vehículos. Lo es por su estética, por sus cifras de consumo y su estabilidad, pero también por su magnífico equipamiento y todo ello con un precio bastante razonable. Y hecho en España, otro valor añadido a tener en cuenta.
Ficha técnica
Renault Rafale e-Tech 200 CV
Motor de gasolina: 3 cilindros en línea
Potencia máxima: 131 CV
Cilindrada: 1.199 cc
Combustible: gasolina
Motor eléctrico 1
Potencia: 34 CV
Motor eléctrico 2
Potencia: 68 CV
Potencia combinada: 200 CV
Velocidad máxima: 180 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 8,9 segundos
Tracción: Delantera
Consumos homologado WLTP en ciclo combinado 4,7 litros.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,71 x 1,86 x 1,61 metros
Capacidad maletero: 532 litros.
Peso en vacío: 1.730 kg.
Precio: 46.172 euros.