Motor

Seat se desmarca de la crisis de Volkswagen en Alemania: "Hemos bajado los costes fijos un 30%"

  • La compañía dice haber hecho los deberes en los últimos años en materia salarial y no augura impactos
  • Los sindicatos sí están alerta: temen que les puedan tocar recortes como consecuencia del ajuste alemán
  • El verdadero quebradero de cabeza ahora mismo son los aranceles impuestos al Cupra Tavascan, que se fabrica en China 
Wayne Griffiths, presidente de Seat, con el nuevo Cupra Terramar. Kike Rincón
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Volkswagen contraprogramó el lunes el lanzamiento del nuevo Cupra Terramar al abrir la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania por primera vez en 87 años. La automovilística circunscribió el ajuste a su red en territorio germano por las dificultades que vive la propia marca Volkswagen. Por ello, la cúpula de Seat se muestra confiada en que no habrá impactos, aunque los sindicatos sí desconfían de la posibilidad de recortes.

El presidente de Seat, Wayne Griffiths, destacó en una comparecencia ante los medios de comunicación que la compañía había "hecho los deberes" con una rebaja del 30% de los costes fijos en los últimos años. La empresa, por ejemplo, presentó un plan de prejubilaciones en 2022 para más de 1.300 empleados.

El dirigente defendió que el posible ajuste en Alemania no golpeará Seat Martorell. "No creo que tenga impacto ni repercuta", dijo. Además, destacó los resultados récord de la marca, que en el primer semestre registró un beneficio operativo de 406 millones y unas ventas de 7.800 millones de euros.

No obstante, los sindicatos no son tan optimistas como la dirección. "Es difícil pensar que vaya a haber un cierre de fábricas en Alemania y aquí no nos afecte en nada", lamentan desde el comité de empresa. No esperan el cierre de Martorell, ni mucho menos, pero si algún tipo de recorte a medio plazo.

"Sí me preocupa, en cambio, que el mercado eléctrico no arranque en España", comparó Griffiths. Una alerta que ya ha repetido en anteriores ocasiones con la explicación de que para que Martorell sea un éxito el país debe también acelerar en la transición del parque de vehículos, hoy con una media de más de 14 años de antigüedad. "El coche eléctrico representa el 4% del mercado español", lamentó.

Por ello pidió al Gobierno soluciones en positivo, con incentivos fiscales reales en el momento de compra "y no el Moves actual, que no funciona". Remarcó además la importancia de contar con unos Presupuestos para 2025. "Las ayudas que necesitamos no deben ser parches", añadió. Urgió también a acelerar la creación de una infraestructura de carga que elimine las dudas al consumidor.

Y es que el porcentaje de híbridos enchufables y eléctricos sobre el total de ventas es de apenas el 10% del total. La mitad que en Europa. De ahí procede también la apuesta por la tecnología híbrida enchufable.

Los aranceles se giran contra Seat

La compañía sí se mostró preocupada por el impacto que los aranceles de la Unión Europea a los coches chinos van a tener en su cuenta de resultados. El impuesto, pensado en un primer momento para las marcas asiáticas, afecta a la filial de Volkswagen debido a que el Cupra Tavascan se produce en Anhui (China) y se ve sometido a una tasa del 21% -en un primer momento alcanzó el 37,6%-. "Este no era el objetivo inicial de los aranceles", lamentó Griffiths.

El dirigente admitió que el gravamen "es un problema grande para el proyecto, que no estaba dentro de nuestros cálculos". Con un precio de 50.000 euros, el impuesto supera los 10.000 euros. "Vendemos a pérdidas", admitió. "Es incomprensible, pues es un coche claramente europeo, diseñado aquí, que se produce en una fábrica de un grupo europeo en China", defendió.

Ante este futuro incierto, Griffiths avisó del golpe que puede suponer para el grupo. "No solo el Tavascan corre peligro, corre peligro la empresa. Estamos lanzando la marca Cupra y si este coche no llega al éxito que debería tendríamos, en el peor de los casos, que reducir el volumen de los coches de combustible que hacemos en España", señaló. De no hacerlo podría incurrir en multas por el exceso de emisiones de CO2.

Sin embargo, el británico destacó que las conversaciones iniciales con las autoridades han sido positivas. De hecho, ya consiguió recortar el tributo del 38% al 21%. "Tenemos confianza en que encontraremos una solución", zanjó. Pese a ello, los aranceles ya tendrán un "efecto negativo importante" en las cuentas de 2024 que el dirigente no se atrevió a cuantificar.

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