A medida que transcurren los años desde el momento de compra de un vehículo, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) debe superarse de manera más frecuente. Así, los coches nuevos deben superar esta prueba por primera vez a los cuatro años; a partir de esa edad y hasta los 10 años, las inspecciones deben realizarse cada dos años, y traspasada esa barrera, una vez al año. De hecho, a partir de la década es cuando más atención debemos prestar al vehículo por motivos de seguridad.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el número de turismos sin ITV implicados en siniestros con víctimas mortales aumentó un 3% entre los años 2019 y 2022.
"Estas cifras muestran de forma clara la relación que hay entre la antigüedad de un vehículo, el estado de su ITV y su seguridad", asegura Guillermo Magaz, director gerente de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV).
Por ello, es fundamental mantener el coche en buenas condiciones y estar al día en cuanto a la revisión de la ITV.
Según establece el Real Decreto 920/2017, por el que se regula la inspección técnica de vehículos, "El plazo de validez de las inspecciones técnicas periódicas se obtendrá adicionando a la fecha en la que el resultado de la inspección haya sido favorable la frecuencia indicada en este artículo (cuatro, años, dos años o un año). No obstante, si dicha fecha está comprendida en los 30 días naturales precedentes a la expiración del plazo de validez de la inspección anterior, el plazo de validez se obtendrá adicionando la frecuencia correspondiente a la citada fecha de expiración".
Dado el elevado número de inspecciones que se realizan diariamente, conviene pedir cita previa con la suficiente antelación como para que no venza el plazo, ya que circular con la ITV caducada supone una multa de entre 200 y 500 euros. Y no existe ninguna excepción por la cual se pueda conducir sin la ITV de manera legal. De ahí la importancia a reservar cita en el taller con tiempo.