
Según datos de la DGT, en 2021 el número de vehículos que no se presentó a pasar la obligatoria inspección de la ITV se duplicó al pasar del 20 % al 40 %, un dato que preocupa por lo que afecta a la seguridad vial en nuestras carreteras. Te contamos todo lo que debes saber sobre la inspección técnica de vehículos.
La Inspección Técnica de Vehículos, ITV, juega un papel clave en la seguridad en los desplazamientos, tanto en ciudad como en carretera. Según un estudio elaborado por la Universidad Carlos III de Madrid, estas revisiones obligatorias podrían evitar cada año 539 víctimas mortales, más de 12.000 heridos y unos 17.700 accidentes de tráfico en España. Pese a su importancia, en 2021 el 40% de los vehículos obligados a superar la ITV no lo hicieron.
La edad del parque crece cada día, ya se sitúa en los 13,5 años de media, lo que significa que hay todavía muchos coches con más de 20 años circulando por las calles. Por ello, resulta imprescindible pasar a revisar el coche por una estación de ITV. En ella se pueden detectar fácilmente fallos en el coche, en la suspensión o los frenos, que nos pueden evitar una desagradable sorpresa.
En julio de 2022, la ITV se ha renovado y ha vuelto a sus exigencias prepandemia, con algunas novedades interesantes. La más significativa es que desde ahora todos los turismos matriculados a partir de 2011 y los industriales desde 2014 deberán pasar la nueva prueba de emisiones con el OBD. El OBD (on board diagnostics) es un sistema de diagnóstico con el que están equipadas las estaciones de ITV y que detecta deficiencias, tanto en el nivel de emisiones como en diversos sistemas de seguridad instalados en el vehículo.

Otra de las novedades de la ITV a partir de este año es que se vuelve a comprobar el número de bastidor del vehículo, también denominado número VIN, un test que se pausó en 2020 por la pandemia. El VIN contiene el historial del vehículo, con cualquier dato de relevancia que defina el estado real del automóvil. Aquí quedan registrados cada reparación a la que es sometido el vehículo, los accidentes que ha sufrido, el número de kilómetros recorridos... además sirve para identificar sus características más importantes en cuanto a mecánica o fecha de matriculación.
Un mes de margen
Para favorecer al usuario su cita con la ITV, hay dos modificaciones interesantes para el conductor. Por un lado, el margen de un mes para pasar la ITV. Es decir, ya no es necesario acudir a renovarla el mismo día que caduca la Inspección anterior sino que se puede hacer hasta un mes antes sin que corra la fecha de renovación. Por ejemplo, si la ITV caduca el 1 de diciembre se puede acudir durante todo el mes de noviembre anterior a pasarla. Y la siguiente cita seguirá siendo en el día 1 del mes de diciembre un año (o dos) después, sin perder días para la caducidad. Este es un cambio importante que facilita la visita a la revisión. Pero no se puede ir después de la fecha de su caducidad.
La segunda buena noticia para el conductor con respecto a la ITV es que tras una inspección desfavorable, se puede volver a pasar la ITV en una estación distinta que la primera. Es decir, algo parecido a "tener una segunda opinión" para la salud de nuestro vehículo.
Dos de cada 10 suspenden
Actualmente, dos de cada 10 turismos que se presentan a la ITV la suspenden y de ellos un 6 % vuelve a ser rechazado en inspecciones posteriores. Según datos de AEMA-ITV (la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la Comunidad de Madrid) la mayoría de los vehículos que acuden a la ITV presentan deficiencias graves, principalmente en alumbrado y señalización. Otros sistemas donde se detectan defectos graves son los ejes, los neumáticos y la suspensión. En cuanto a las emisiones, en 2021 la mayoría de los fallos detectados fueron considerados graves.
Este absentismo del 40 % que reconoce la DGT repercute directamente en la seguridad vial. A más viejo es el vehículo más posibilidades de encontrar deficiencias y por tanto de tener averías que pueden terminar en un accidente. Según estos mismos datos de AEMA-ITV, en 2021 los turismos con más de 15 años tuvieron un 23 % de rechazos, los de entre 10 y 15, un 16,78 %; los de 5 a 10 años, un 9,46 %; y los de menos de 5 años, solo un 6,34 % presentaron alguna deficiencia.
¿Qué se controla en la ITV?
En la inspección obligatoria se mira la carrocería (retrovisores, parabrisas, carcasa de los grupos ópticos, matrícula, paragolpes, corrosión, limpiaparabrisas...), el chasis, el habitáculo (el cuadro, los anclajes de los asientos e incluso la rueda de repuesto o el kit antipinchazos...). También los sistemas de seguridad como el ABS, los pretensores de cinturones o los airbags. Del mismo modo es revisado el sistema de alumbrado incluido los intermitentes; el nivel de emisiones contaminantes; el estado de los neumáticos (dibujo, desgaste...), las suspensiones, los frenos y la dirección; el motor y la transmisión o la pérdida de líquidos.
Las multas por no pasar la ITV van desde 200 a 500 euros. Y, además, estas multas no solo serán por circular con un coche con la ITV caducada, sino que el propietario del vehículo puede ser sancionado incluso si el coche está aparcado en la calle. Además, si se ve implicado en un siniestro total y no se ha pasado la Inspección o esta ha sido negativa, se pierde la cobertura del seguro.
Cita previa
Para una mayor comodidad y evitar esperas innecesarias en la estación de la ITV, lo más aconsejable es pedir cita. Hay que tener en cuenta que cada reconocimiento dura unos 15 o 20 minutos. En cuanto a los precios, estos los determinan las CC.AA. por ello dependerá de cada administración. Antes de acceder a la ITV hay que presentar la ficha técnica del coche, el permiso de circulación y el justificante del seguro en vigor. El primer paso será comprobar que todos los papeles están en regla.
Los turismos y motocicletas deben pasar esta inspección obligatoria por primera vez a los cuatro años. Después cada dos años, hasta que cumplen 10, y a partir de ese momento, todos los años.
¿Cuándo hay que pasar la ITV?
Igualmente es obligatorio acudir a la ITV cuando se ha modificado algún elemento del coche, como por ejemplo si se instala la bola de remolque, un alerón, faros supletorios, embellecedores, lunas tintadas... y todo aquello que altere la fisonomía original del vehículo.
Del mismo modo, un vehículo que haya sufrido un siniestro total está obligado a superar una ITV si quiere volver a la carretera aunque tenga menos de cuatro años. Sin esta ITV no se podrá vender el coche de segunda mano por ejemplo, además el no hacerlo será objeto de multa.
Cuando se termina la inspección, el dictamen de la ITV puede ser: favorable, desfavorable o negativo. En el primer caso, se sellará la ficha técnica y se obtendrá la pegatina para colocar en el lado derecho del parabrisas. Es obligatorio llevar en el parabrisas la pegatina correspondiente o de lo contrario nos podrán imponer una sanción de 80 euros.
Si el dictamen es desfavorable, los defectos encontrados serán graves. El plazo para solucionar el problema es de dos meses. Se podrá circular solo para llevar el coche al taller o volver a la ITV. Si el resultado ha sido negativo el vehículo queda inmovilizado en la estación de la ITV y habrá que recogerlo con una grúa para llevarlo al taller.