En la vejez de nuestro parque de vehículos no solo influye la edad de los coches; también la dejadez por parte de algunos automovilistas. Así que, ¡cuidado!, porque los defectos que tenga el coche no solo afectan a tu seguridad. Si sumas defectos..., sumas multas.
Nuestro parque móvil es uno de los más viejos de Europa. La media de edad es de 13,5 años. Pero no solo pesa la edad en el coche, también los posibles daños que pueda tener el vehículo, y es que, de los casi 25 millones de turismos, más de 1,5 millones circulan con daños por accidentes o golpes previos, según los datos de Carfax. De acuerdo al historial de más de 900.000 vehículos, se ha detectado que el 6,5% de estos turismos presentan daños, pero aun así siguen en circulación. Un peligro no sólo detectado en los vehículos matriculados en España, sino también en los de importación, uno de cada diez coches concretamente.
Detrás de estas cifras está la falta de stock de vehículo nuevo y su encarecimiento, con un precio medio que supera los 22.000 euros, según la Agencia Tributaria, lo que escapa a muchos presupuestos e implica aguantar más años con el mismo coche o, de cambiar, buscar una alternativa más económica con un usado. En el sector de venta de coches de segunda mano, el 62,1% de los turismos vendidos en 2022 superó los ocho años. Es decir, se compran coches viejos.
Para controlar los posibles deterioros, que en ocasiones afectan a la seguridad del coche, la ITV juega un papel fundamental, aunque la abstención ha aumentado tras la pandemia. Según los últimos datos, casi el 40% de vehículos que circulan en España no ha pasado la inspección obligatoria.
En este contexto, señalan desde el RACE, la antigüedad de nuestro parque unido a la falta de mantenimiento incide directamente en la seguridad vial. La sanción debería ser el último escalón al que se debería llegar.
Lo que nos cuesta llevar el coche en mal estado
Circular con el coche defectuoso o en mal estado, si el daño interfiere en la seguridad del vehículo y de sus ocupantes, puede salirnos caro. La DGT, en ocasiones, realiza controles puntuales de vigilancia del estado de los neumáticos o de no pasar la ITV, pero también te pueden parar si circulas con los limpiaparabrisas o los faros rotos, por ejemplo.
En nuestro caso extremo, un conductor que circulara con el coche en muy mal estado (con la luna rota, la luz fundida, las escobillas estropeadas y la matrícula deteriorada), así como con la ITV negativa, podría ser sancionado con multa de casi 2.000 euros.
Ojo a las sanciones. Arregla el coche por tu seguridad
Con la ITV caducada o desfavorable. 200 euros. El conductor tiene la obligación de reparar el error grave y volver a pasar por una estación ITV en un plazo máximo de dos meses. Las compañías de seguros no te van a cubrir nada en caso de accidente si circulas con la ITV caducada.
Con la ITV negativa: 500 euros. Te podrán inmovilizar el coche y sólo podrás llevar el coche directamente al taller en una grúa para que lo arreglen y demostrar de nuevo en una estación ITV que el fallo está reparado.
Suciedad en las lunas: 200 euros.
La luna rota: 200 euros.
Escobillas en mal estado: 80 euros.
Espejo retrovisor en mal estado: 200 euros.
Circular con una luz fundida o con poca luminosidad: Hasta 200 euros.
Matrícula deteriorada. Hasta 200 euros. Ya lo avisa la DGT: las placas de matrícula deben ser perfectamente legibles y no estar deterioradas. La infracción de esta norma se sanciona con 200 euros. Recuerda que una nueva placa para sustituir la defectuosa puede costar unos 20 euros, aproximadamente, una cantidad mucho más asequible que la multa por llevarla en mal estado. Y, ¡ojo!, si has manipulado la placa conscientemente la sanción es de 6.000 euros y 6 puntos.
Neumáticos desgastados. Hasta 200 euros. Si son las cuatro ruedas, hasta 800 euros.