
La recarga eléctrica continúa siendo un tema tabú en la movilidad 'cero emisiones'. Muchas son las complicaciones asociadas: escasa infraestructura, miles de puntos inoperativos y el supuesto colapso del sistema eléctrico cuando todos tengamos un vehículo con esta propulsión. Pues bien, Iberdrola desmitifica la capacidad de nuestra red.
Así que, ante la pregunta de si colapsará la red cuando todos enchufemos a cargar nuestro coche, la respuesta es no. Iberdrola disipa todas las dudas respecto a la red eléctrica y asegura que el sistema de distribución español no colapsaría si todos los ciudadanos enchufaran a la vez su vehículo eléctrico, ya que la red dispone de amplios márgenes.
Así, los expertos de la compañía vasca explican que un millón de turismos eléctricos representa un 1% de la demanda de energía eléctrica actual. Por lo que si todo el parque automovilístico español, hablamos de unos 30 millones de vehículos a cierre de 2022, estuviera electrificado, no supondría ni la mitad de la demanda. Concretamente, la electrificación del transporte en la próxima década implica un incremento del consumo inferior al 10% en total.
Iberdrola anunció el pasado año una inversión de 47.000 millones de euros en el marco de su nuevo plan estratégico. En él, 27.000 millones irán destinados a redes, con un 5% del total dirigido a España. Con ello, el sistema garantizará la integración de la nueva capacidad renovable.
Todo ello se debe a que la red eléctrica española cuenta con smart grids. Este tipo de redes son bidireccionales, es decir, que reciben y entregan energía y, además, pueden integrar de forma inteligente las acciones de los usuarios que se conectan a ella, con el objetivo de gestionar las fluctuaciones de energía para evitar una sobrecarga.
Sin embargo, Iberdrola apunta que el funcionamiento de la red inteligente es más complicado al usar sistemas de información y control automatizados. Ahora, se tiene información del consumo energético en todo momento, se hace un uso más responsable y aumenta la eficacia. La división de distribución de redes de la compañía es capaz de saber y detectar en qué momento y dónde ha habido algún problema con la red.
Es más, este tipo de redes abarcan toda la infraestructura tecnológica que va a necesitarse, desde la generación de la energía, su transporte y distribución, hasta el almacenamiento eléctrico y el consumo de la energía generada. Según Iberdrola, los avances tecnológicos como la digitalización de las redes contribuirán a reducir significativamente el impacto de la electrificación del transporte.
Infraestructura de recarga, escasa y lenta
Pese a que la inquietud sobre la red de distribución eléctrica no debería suponer ningún impedimento a la hora de adquirir un eléctrico, la realidad del despliegue de puntos de carga es otra. Iberdrola es la energética que más infraestructura pública tiene, con un total de 10.600 puntos, de los cuales el 47,1% están bloqueados. La estrategia 2023-2025 de la compañía estima 150 millones de inversión en electrificación del transporte y la instalación de 110.000 puntos de recarga.
España cuenta con un total de 34.049 puntos de recarga de acceso público. No obstante, el 26% de los puntos instalados no están operativos. Hasta septiembre, hay 25.180 puntos de recarga de acceso público instalados en España, y adicionalmente hay 8.869 que no están prestando servicio para la recarga de vehículos eléctricos.
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